En Revival, su primer álbum de estudio en cuatro años, el cantante que vendió la mayor cantidad de discos en la historia del rap se rodea ahora de estrellas pop, entre las que se cuentan Beyoncé, Alicia Keys, Ed Sheeran y Pink.
El también conocido como Slim Shady, ahora con 45 años, revela una nueva faceta de cantante comprometido políticamente y alarmado por el destino de su país un año después de la elección de Trump, a quien no duda en comparar con Hitler.
“Está tratando de dividirnos”, dice el rapero, representante de una clase desfavorecida que votó abrumadoramente por Trump. Pero, al final, “va a conseguir unirnos”, advierte.
Entre sus temas nuevos figura “Framed”, donde los dardos van a la hija y consejera del presidente, arriesgándose a resucitar la controversia: conocido por sus palabras violentas contra el género femenino, Eminem se imagina que Ivanka Trump es encontrada muerta en el maletero de su auto.
Tras mantenerse mucho tiempo al margen de la política, el rapero salió de su bajo perfil en octubre para declamar incendiarios versos en los que acusó a Trump de racismo e incompetencia. En el inesperado video retransmitido durante la entrega de los premios BET Hip Hop, encapuchado y en un tono enfurecido, pidió a sus fans que renieguen de Trump. AFP