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Elvira Llano es una de las decoradoras de fiestas más solicitadas y renombradas en el ambiente. Su empresa, Pétalos, realiza de 4 a 6 eventos por fin de semana. Todos con la mayor fineza, dedicación y perfeccionismo que la caracterizan.
–¿Cómo comenzó su carrera?
–Me inicié sin darme cuenta hace aproximadamente 30 años. Mi mamá es dueña de una florería y para mí fue algo muy natural porque empecé a adentrarme en el mundo de las flores y me di cuenta de que a mí lo que más me gustaba era la decoración de ambientes y de fiestas. Al terminar el colegio, comencé la carrera de Derecho, pero en el quinto año la dejé, no era lo mío. Todo se me fue dando, pues ya tenía contacto con los proveedores. Asistí a muchos congresos, al principio de floristería, y luego de decoración.
–¿Cuál es su rutina?
–Comienza con el desayuno, en el que junto a mis colaboradores, empiezo a planificar los proyectos, entre ellos, bodas, 15 años y eventos empresariales, aunque mi mayor pasión son los casamientos. Para las fiestas de 15 me ayuda mi hija, María José, de 25 años, y Marina Ruibal. Trabajamos en conjunto, la visión de la gente joven es clave, muy importante. Por las tardes suelo tener reuniones con las novias, eso puede llevar muchas horas, porque ellas sueñan con cada detalle.
–¿Cómo conlleva su vida profesional con la familiar?
–Ahora prácticamente es pan comido, porque todo está cerca: mi casa, oficina y taller. Además, mis hijos, María José y Matías (18), ya están grandes y agradezco a Dios la oportunidad de haber podido conjugar mis roles de mamá, esposa y decoradora, porque este trabajo no deja tiempo para otras actividades.
–¿Tiene algunas anécdotas para compartir?
–Más que anécdotas tengo muchas experiencias intensas ganadas, como por ejemplo, una boda que estaba planificada para el aire libre, pero todos los pronósticos decían que iba a llover y el sueño de la novia era que su evento sea al aire libre. Luego se convenció y lo hicimos en el interior y acertadamente porque ese día llovió toda la noche. Una tiene que hacer de psicóloga, amiga, mamá, de todo para dar tranquilidad, apoyo y contención a la persona.
–¿Qué otra profesión elegiría si no fuera esta?
–Ninguna, porque no hay otro trabajo en el que yo me pueda sentir más feliz. Todas las veces son diferentes, nunca es igual, en cada evento hay oportunidad de crear e innovar. A veces cuando estoy muy cansada digo que ya no quiero saber nada, pero a las dos horas yo ya estoy pensando en los próximos eventos. Este trabajo realmente a mí me hace soñar, estoy tan satisfecha porque para mí está todo dicho.
–¿Hubo momentos difíciles en su carrera?
–No hubo momentos difíciles, pero sí desafiantes, por ejemplo, cuando coinciden muchos eventos. En este rubro hay mucha presión porque si algo sale mal ya no hay segunda oportunidad y el día pautado es irreversible, pero como yo amo lo que hago, me es fácil.
–Según su perspectiva, ¿cuál es el estilo de decoración que se impone?
–El estilo de decoración que se impone es el ecléctico, se usa la mezcla de todo un poco. También todo lo que tiende a la naturaleza, lo verde, que da frescura al ambiente. Uno recrea jardines en los salones.
–¿Hay alguien a quien admire y lo tome como inspiración?
–Sí, mi mamá, Teti Llano, es mi inspiración y la admiro. Es perfeccionista y entregada. Cuando ella se compromete a algo, lo hace. Creo que también es un ejemplo para mis hermanos, pues mi hermana trabaja con ella en My Garden y mis dos hermanos son dueños de Exotic Flowers y La Divina Flor.
–¿Tiene algún sueño por cumplir?
–La verdad que soy muy feliz con lo que hago y se puede decir que lo que me hace ilusión es contar con mi propio salón de eventos.