03 may. 2025

El triunfo de los “desestabilizadores”

Por Elías Piris – epiris@uhora.com.py

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Cartes sabía lo que se le venía encima e incluso lo anunció en repetidas ocasiones: Los campesinos vendrían en masa a la capital para –según el mandatario– “desestabilizar” a su Gobierno creando un escenario violento y posapocalíptico.

Lo dijo en un mitin político del Partido Colorado, también en ruedas de prensa. Acusaba a diestra y siniestra al dirigente campesino Elvio Benítez y a la concertación de partidos de izquierda Frente Guasu de estar detrás del “plan desestabilizador”.

Lo cierto es que el conflicto en el campo siempre estuvo y nunca tuvo respuestas; ni de este ni de los demás Gobiernos de la transición democrática. Pero Cartes se lleva el premio al más “duro” en cuanto a negociaciones se refiere.

No solo hizo la gran Nostradamus como lo citamos al comienzo de este comentario: Cuando labriegos y cooperativistas volvieron a articular fuerzas y comenzaron a sitiar Asunción dijo en un acto en San Pedro que no se sentaría a negociar con sinvergüenzas.

Cuando se dio cuenta de que la agresión no era precisamente el camino correcto, el Gobierno orquestó el “plan ninguneo, consistente en no dar pelota a las movilizaciones que crispaban los nervios de quienes debían transitar por la ciudad.

No hace falta tener dos dedos de frente para entender que el objetivo era apostar al cansancio, a la desconvocatoria y al descrédito mismo de las movilizaciones. Ni lo uno ni lo otro: Estos campesinos desestabilizadores no solo eran organizados, sino que también eran resistentes como pocos.

Quizá el primer y más significativo triunfo de campesinos y cooperativistas fue lograr sentar al Gobierno más intransigente de los últimos tiempos a una mesa de negociaciones. El cierre con broche de oro fue el festejo de las miles de familias de tierra adentro que acamparon más de dos semanas en la plaza dando un ejemplo único e irrepetible de no dar el brazo a torcer.

Y finalmente, Horacio Cartes tenía razón, eran nomás luego unos desestabilizadores: De su arrogancia, no de su Gobierno.