Por Susana Oviedo
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El abogado Juan Emilio Oviedo Cabañas es el nuevo secretario del Tribunal Permanente de Revisión (TPR) del Mercosur. Accedió al cargo a través de un concurso convocado el año pasado. En la última Cumbre de Jefes de Estado celebrada en Paraguay, en diciembre del 2015, los presidentes del bloque sudamericano lo eligieron a él de una terna. Es el primer paraguayo que ocupa la Secretaría del Tribunal. Oviedo deja 22 años de carrera en el Ministerio Público, donde su último cargo fue el de fiscal de Asuntos Internacionales. Se considera familiarizado al Mercosur, porque desde el 2005 ha estado dirigiendo la secretaría permanente en Paraguay de la Reunión Especializada de Ministerios Públicos del Mercosur. Hasta el 31 de diciembre estuvo en la Fiscalía y desde el 4 de enero asumió como secretario del TPR, por un periodo de 2 años que puede llegar a ser renovable por otros 2 años más. El inicio de su mandato coincide con la inauguración de un nuevo local para el Tribunal, que después de 11 años funcionando en el edificio conocido como Villa Rosalba, trasladó sus dependencias a otro local, en la misma avenida Mariscal López.
–El Tribunal Permanente de Revisión del Mercosur (TPR) cobró notoriedad, cuando en el 2012 el Gobierno paraguayo planteó una demanda contra la suspensión que impusieron al Paraguay en el Mercosur y por la inclusión de Venezuela al bloque regional, sin consentimiento de nuestro país. ¿Por qué la institución es poco conocida aún?
–Bueno, este es un Tribunal de Revisión, así que hay instancias arbitrales previas que se tienen que dar.
Si bien existe la posibilidad de llegar directamente al TPR a través de un procedimiento excepcional de urgencia, tiene que haber concordancia entre los Estados para ello.
La institución actúa a demanda, básicamente. Los Estados son los que acuerdan si van a utilizar este mecanismo, y nosotros estamos pendientes de que lo hagan.
Si bien hay laudos bastante importantes, no son numerosos, justamente porque es una instancia de revisión. Pero además, hay que entender que si no son muchos los laudos u opiniones consultivas producidas, es porque se están cumpliendo las normativas del Mercosur.
Para mí, lo importante es que si surge una controversia o hay un conflicto, se cuenta con este órgano al cual recurrir. Desde esa óptica, el TPR es una garantía de seguridad jurídica.
–¿En esto radica la relevancia del Tribunal?
–Así es, y en que es un órgano que puede llegar a otorgar validez y seguridad jurídica a las instancias de los países que son parte del Mercosur.
Es el soporte de seguridad jurídica, que se expresa a través de sus laudos, sus opiniones consultivas. También tiene un rol desde el punto de vista de la academia. Nosotros apostamos fuertemente por la socialización a través de las redes sociales, visitas técnicas, pasantías y seminarios que fomentan el estado de derecho, la seguridad jurídica y el rol del TPR dentro del Mercosur. En el Tribunal disponemos de una biblioteca abierta, con más de 5.000 libros jurídicos y no jurídicos relativos al Mercosur. Contamos además con una revista jurídica que se publica cada seis meses con trabajos de diferentes juristas de la región o invitados especiales.
–¿Es posible proyectar que a través del TPR Asunción pueda convertirse en la capital jurídica del Mercosur, así como lo es Bruselas, para los temas de la Unión Europea?
–El tiempo dirá si esta sede permanente adquirirá una dimensión como la que usted plantea haciendo el paralelismo con Bruselas y la UE.
Los procesos de integración son etapas de consolidación y de fortalecimiento de las instituciones. No olvidemos que el propio TPR nace, no de la nada, sino de un procedimiento que se había establecido para la solución de controversias antes de la creación de un órgano permanente. Es una evolución también.
–¿Cuántos son los árbitros o jueces que componen el Tribunal y cómo se designan?
–Son cinco, un árbitro por cada país miembro, más un quinto árbitro. Ellos son designados por sus países. Cada Estado Parte designa un árbitro titular y un árbitro suplente para integrar el TPR, por un periodo de 2 años, renovables por no más de dos periodos consecutivos. El quinto árbitro se elige por unanimidad de los Estados Partes por un periodo de 3 años, no renovable. Este tendrá nacionalidad de algunos de los países miembros. Una vez que aceptan la designación deben estar disponibles de modo permanente para actuar cuando se los convoque. Cuando existe un caso, concurren a Asunción para analizarlo y fallar. No reciben un salario, no son funcionarios del Mercosur. Pero sí tienen una remuneración, que cada uno de los países se encarga de solventar, en caso de que haya una controversia o se pida una opinión consultiva.
–Con el ingreso de Venezuela, se tiene que incorporar un sexto árbitro, ¿no?
–Entonces posiblemente ya no exista la figura del quinto árbitro. Las resoluciones se adoptan por mayoría.
–¿Qué espera lograr en estos dos años de gestión?
–El fortalecimiento de la institucionalidad del TPR, con transparencia y eficiencia en la gestión, y dejar en alto al Paraguay con mi buen desempeño.