29 mar. 2024

El trabajador y el verso político

Luis Bareiro – @LuisBareiro

Un funcionario público me decía hace un par de días que su salario está congelado desde hace tres años y que las políticas neoliberales de los gobernantes de turno han hundido al sector más pobre de los trabajadores paraguayos.

Me recordó que él no es de los privilegiados del sistema que perciben fortunas por hacer nada, que él no pasa de los ocho millones de guaraníes mensuales.

Le escuché también al ex presidente Nicanor Duarte Frutos hablar de la insensibilidad social de la clase política actual que ha permitido este congelamiento de los salarios. Otros políticos aseguran que si el obrero privado no logra los mismos beneficios que el funcionario público, es sencillamente porque los grandes empleadores para los que trabaja la mayoría se quedan con todos los beneficios del negocio.

A menudo se presentan análisis como estos que parten de una visión minúscula de la realidad y se alimentan de la retórica populista de los políticos para llegar a conclusiones absolutamente erradas. Para pisar tierra nada mejor que los números.

De acuerdo con el último censo del empleo en Paraguay, cerca del millón de personas –el 37% del total de los trabajadores– no tienen empleador; son trabajadores por cuenta propia, sin seguro social ni vacaciones ni feriados. Unas 280.000 son familiares no remunerados, es decir, que trabajan en alguna microempresa familiar (como una despensa) sin salario ni beneficios; y más de 200.000 son empleadas domésticas que trabajan para otros empleados y que ganan muy por debajo del mínimo legal.

En total son cerca del millón y medio de trabajadores (más de la mitad del total del país), de los cuales el 60% gana menos del mínimo legal, pese a trabajar más de 30 horas semanales.

Del grupo de trabajadores que sí tiene un empleador, el de los obreros privados, que son alrededor de 880.000 personas, la mitad trabaja para microempresas que tienen entre 2 y 5 empleados.

El empleador paraguayo tipo no es un poderoso empresario, sino un microemprendedor cuyas ganancias apenas son superiores a las de sus propios empleados.

Los grandes empleadores ocupan solo 7% de los trabajadores del país, unas 62.000 personas.

Y acá viene el funcionario que decía haber quedado al fondo con los trabajadores más pobres del país.

Los empleados del Estado cuyas remuneraciones absorben el 80% de toda la recaudación tributaria representan apenas el 8,5% del total de trabajadores del país. Su ingreso mensual de ocho millones cuadruplica el ingreso promedio del 91,5% del resto de los trabajadores que sobreviven en la durísima realidad del mercado.

Vale la pena recordarle a la acomodada clase política que el trabajador paraguayo tipo no es un burócrata en una oficina pública con horario fijo, vacaciones pagas y un montón de beneficios; es una mujer o un hombre que trabaja por cuenta propia, gana menos del mínimo y labora más de 30 horas semanales, sin seguro médico ni posibilidad de jubilarse.

A ver si alguna vez salen de su nube flatulenta.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.