El papa Francisco realizó estas declaraciones en el Vaticano, asomado desde la ventana del palacio apostólico y momentos antes de rezar el Ángelus por la festividad de la Asunción de la Virgen.
El papa se refirió a “tantas situaciones dolorosas actuales” y citó como ejemplos la esclavitud o la violencia contra las mujeres.
“Mujeres que están abrumadas por el peso de la vida y por el drama de la violencia, mujeres esclavas de la prepotencia de los poderosos, niños que se ven obligados a realizar trabajos inhumanos, mujeres obligadas a entregar su cuerpo y su espíritu a la codicia de los hombres”, lamentó.
Para ellos, prosiguió, es necesario que llegue “tan pronto como sea posible el inicio de una vida de paz, de justicia, de amor” que se desarrolle “a la espera del día en el que finalmente se sientan agarrados por unas manos que no les humillen, sino que con ternura les eleven y les conduzcan hasta el cielo”.
