11 ago. 2025

El nuevo edicto Riera

René González Ramos – @ram0srene

El ministro de Educación, Enrique Riera, es un político acostumbrado a prohibir. Lo demuestra su última decisión al frente del Ministerio de Educación y Ciencias, donde emitió un documento que prohíbe la circulación o difusión de materiales que “contengan la teoría o ideología de género en las escuelas del país”.

Lo hizo pese a la advertencia de expertos de organizaciones internacionales y locales. Lo hizo escuchando solo una de las campanas, cuando hay profesionales que aseguran que no existe tal “ideología” de género”. Lo negativo también, advierte la investigadora Line Bareiro, es que introdujo una palabra en la resolución que nada tiene que ver con una ideología: la “teoría”.

Al suprimir la teoría de género, el titular de Educación prohíbe que se hable en el sistema educativo de las relaciones de poder entre hombres y mujeres, el cambio de roles entre ambos, el acceso de las mujeres al poder público y la paternidad responsable, advierte Bareiro.

Pero ya lo hizo una vez, esto de prohibir, con el famoso Edicto Riera, siendo intendente de Asunción. Entonces, no mejoró la calidad de vida ni disminuyó la inseguridad en la capital del país, solo trasladó estos problemas o parte de estos, a otros municipios. La fórmula con sus prohibiciones es simple: Ocultar el drama y pasarlo a otras personas, que otros se hagan cargo de esto.

No se trata de estar a favor de unos o en contra de otros. Lo que pasa es que una decisión tan importante sobre todo con la inclusión de la “teoría de género” en su restricción, no puede tomarse tan a la ligera. Debió instalar primero la mesa de trabajo que prometió, con representantes de todos los sectores, para luego tomar un fallo.

¿Puede un ministro de Educación promulgar una resolución tan rápido, solo por la presión que recibe? No debería, por más político que sea y en plena campaña electoral. El ex intendente es suplente número 1 de Cartes para ocupar un lugar en el Senado.

No debería, a pesar de que entre quienes protestan por los materiales de la presunta ideología de género en colegios privados, figuran amigos personales suyos que trabajaron en campañas partidarias por su candidatura. ¿Será que consultó a los funcionarios encargados de la malla curricular en el MEC, antes de tomar esta decisión?

Ni a los estudiantes que pedían mejoras para la educación técnica y las tabletas en la secundaria, les dio una respuesta favorable con tanta prisa. Debió intervenir otra Secretaría de Estado para intermediar y resolver la toma de colegios. Las prohibiciones nunca resultan en lo que se pretende. Pasó cuando se quemaron libros, cuando existió la ley seca o el edicto.