20 abr. 2024

El estudio de grabación es una vía comercial para los artistas nacionales

Por Sergio Noé

Grabación.   Sebastián Gulino, músico de Paiko, en una sesión de grabación en el  Estudio Supernova, de Diego Serafini.

Grabación. Sebastián Gulino, músico de Paiko, en una sesión de grabación en el Estudio Supernova, de Diego Serafini.

snoe@uhora.com.py

Montar un estudio de grabación, que pueda producir materiales competitivos con el mercado internacional, requiere de una inversión elevada en equipamientos tecnológicos y de sonido, además de una formación especial y constante en el área, según manifiestan los productores, entre ellos músicos locales.

En tanto, la creación de un set más económico, que no implique la privación de equipamientos que garanticen cierta calidad, o que con el tiempo ayude a incrementar las inversiones y el crecimiento, constituye una opción que permite vivir a algunos músicos.

Diego Serafini, músico y propietario del Estudio Supernova, es uno de los tantos artistas del medio que optaron por independizarse, al elegir la producción musical como sustento económico principal.

Tras iniciar su emprendimiento en el 2006, hoy creció su producción, y su demanda proviene del ámbito de los músicos roqueros. “Hay que invertir bastante para que un estudio pueda competir con músicas de calidad que se escuchan en las radios de FM”, explica Serafini, también guitarrista y vocalista de la banda de rock Gaia.

Asegura que la tecnología permitió un gran abaratamiento de los costos en el sector, posibilitando que muchos músicos puedan pagar y acceder a ella. “Ya no es necesario grabar en cinta, en modo analógico como se operaba anteriormente, ya que los costos eran altísimos. Gracias al audio digital, los precios bajaron significativamente”, afirma.

El roquero y productor cree que la mejor salida a todo esto supone preparación, estudio e investigación, y la adquisición de una gran experiencia como músico y en la operación de equipamientos tecnológicos.

tecnología. Para Rubén Robadín, que cuenta con un estudio desde hace 13 años y se dedica a la creación de jingles comerciales, revela que el acceso a la tecnología hoy es más fácil que años anteriores, y que los costos permiten un montaje creativo.

El músico y licenciado en Administración de Empresas explica que una persona puede armar fácilmente un estudio en casa. “Con una buena computadora y una buena placa externa profesional de audio, programas de grabación y un micrófono, ya se puede tener un estudio muy básico. Antes era complicado y costoso”, dice Robadín.

Añade que en materia de grabación, en informática digital existe una amplia gama de software para grabar y mezclar audio en la computadora, entre los que figuran ProTool, Logic Audio, Cubase, Sonar y otros, que se incluyen dentro del paquete de compra de placas de audio.

“Estos programas reemplazan en cierto modo a muchos equipamientos físicos externos –como amplificadores y ecualizadores– que antes se utilizaban para las grabaciones”, explica Robadín.

DETALLES. Además de la inversión tecnológica, los productores coinciden que es preciso un lugar físico adecuado para la grabación, el cual debe estar optimizado para tales efectos.

“No se puede grabar en cualquier pieza. Se debe contratar a un ingeniero en acústica, quien realiza mediciones del espacio, en busca de que el sitio tenga el sonido óptimo”, expone Serafini.

El roquero adiciona que su trabajo no solo comprende la grabación, sino también los procesos posteriores. “Mi trabajo incluye grabación, mezcla, masterización y producción artística, así como arreglos y enfoques musicales”, revela el músico de Gaia.