Pese a que los pacientes con dengue solo ocupan un 10% de las camas de internación en el sistema de salud, la enfermedad no deja de ser una “bomba de tiempo”, afirmó ayer el doctor Antonio Barrios, ministro de Salud, durante la sesión del Consejo Nacional de Salud que preside.
“El comportamiento de eso es hoy, no sabemos cómo va a continuar esto. Si nos ponemos a trabajar y eliminamos criaderos, eso va a mitigar bastante. La responsabilidad es de todos. Todos somos responsables”, señaló Barrios.
Por semana son hospitalizadas 453 personas y de estas 21 se encuentran en terapia intensiva con síndrome febril. En lo que va del año, el MSP reportó un total de 14.082 casos sospechosos y confirmó 243.
Las enfermedades vectoriales como el dengue, chikungunya y zika, así como las familias desplazadas por las inundaciones, fueron temas de debate en la sesión del Consejo Nacional de Salud, puntos que están siendo trabajados de manera conjunta por las instituciones del Estado, entre las que se encuentran el Ministerio de Salud Pública (MSP), Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
Barrios indicó que esta es una “epidemia diferente”, porque el mismo mosquito transmite tres enfermedades, dos al mismo tiempo, y que solo con la eliminación de criaderos del vector se podrá disminuir la cantidad de casos febriles, bajar el nivel de saturación en las urgencias y salvar muchas vidas, refirió.
ORIENTADORES. Por su parte, el Instituto de Previsión Social (IPS) dispuso guías “de amarillo” ante la contingencia de dengue en las clínicas periféricas.
Estos guías visten chalecos amarillos, son funcionarios del IPS y guían a los asegurados, de tal forma que reciban la información ni bien ingresen en el centro sanitario y no se dirijan precisamente a Urgencias, ya que, de tratarse de un caso febril, lo pasan al consultorio de dengue, explicó Norma Duré, directora de Medicina Preventiva y Programas de Salud.