28 mar. 2024

El cerebro de los atentados evitó la expulsión de España

Delación.  Un detenido dijo que el imán Satty murió en esta casa cuando preparaba explosivos.

Delación. Un detenido dijo que el imán Satty murió en esta casa cuando preparaba explosivos.

AFP

BARCELONA - ESPAÑA

Abdelbaki es Satty, considerado el cerebro de los atentados en Cataluña, tenía orden de expulsión de España a raíz de una condena por tráfico de drogas, pero un juez la anuló considerando sus esfuerzos de integración, informó ayer la Justicia.

Los investigadores de los atropellamientos masivos de Barcelona y Cambrils en que murieron 15 personas consideran que Satty, imán del pueblo catalán de Ripoll, radicalizó al grupo de jóvenes que perpetró los sangrientos atentados. Uno de ellos, el marroquí Mohamed Houli Chemlal, 21 años, aseguró que Satty, quien murió la víspera de los ataques por el estallido accidental de los explosivos que estaban preparando, quería inmolarse.

Satty, también marroquí y de 44 años, había cumplido en España “una condena de 4 años de prisión por tráfico de drogas cometido en enero del 2010", explicó la justicia. Como consecuencia, a su salida de la cárcel se dictó contra él una orden de expulsión del país, precisó confirmando una información del diario español El Mundo.

Sin embargo, esta fue anulada en marzo de 2015 por un juez de Castellón, por considerar que el hombre había demostrado “evidente arraigo laboral y esfuerzos para integrarse” al presentar un contrato de trabajo vigente y cotizaciones sociales durante más de seis años y medio.

“El juez aplicó la nueva doctrina jurisprudencial nacional y europea por la cual para expulsar a un extranjero es necesario que exista una amenaza real y suficientemente grave para el orden público o la seguridad pública”.

El magistrado argumentó: “Si bien es grave la conducta imputada, no se puede ignorar que estamos ante uno solo hecho delictivo lejano en el tiempo –hace más de 5 años que cometió el delito– y tiene un evidente arraigo laboral en España, que demuestra sus esfuerzos de integración”.

Satty “no tenía ninguna otra condena y en el expediente judicial no consta ninguna información relativa a sus vínculos con el terrorismo islámico”, subrayaba el informe de la Justicia.