Pero en el fútbol, a diferencia de otros deportes, los cálculos previos no siempre arrojan el resultado lógico, el estimado.
Las diferencias individuales, la superioridad técnica y táctica, hay veces se consiguen equilibrar con elementos que tienen mucho que ver con lo emocional (carácter, personalidad, rebeldía, amor propio, vergüenza deportiva). Anoche, ni siquiera eso tuvieron la mayoría de los jugadores de Olimpia.
Jugaron con tanta displicencia que apenas transcurrían 35’ y el equipo de Pumpido ya perdía 3-0.
Este equipo franjeado, a lo largo de este torneo, ya sea con Diego Alonso o Pumpido como entrenador, no logró realizar grandes presentaciones y anoche se enfrentó a un cualificado rival, que lo demolió futbolísticamente y que terminó apiadándose en la complementaria, donde bajó el ritmo de juego y permitió los goles de descuento.
EL MÁS GOLEADOR. Guaraní ganó con los argumentos que mejor conoce y que lo convirtió en el equipo más goleador de la temporada, superando incluso el récord histórico de nuestro fútbol.
Tanta contundencia tiene una razón. El equipo de Fernando Jubero juega lindo, producto de un funcionamiento colectivo, cuasi perfecto, especialmente de mitad de cancha para adelante.
Tiene un altísimo volumen de juego, mucha y clara posesión de pelota, a la que le agrega profundidad. De lo demás se encargan los matadores, Federico Santander y Fernando Fernández.