Reuters
La decisión es la más dura adoptada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra Rusia desde que asumió el cargo. Demócratas y miembros de su propio Partido Republicano le habían criticado por no ser lo suficientemente duro con Moscú ante las acusaciones de interferencia en el sistema electoral, incluida la campaña presidencial en 2016.
La primera ministra británica, Theresa May, acogió las muestras de solidaridad y dijo que 18 países habían anunciado planes para expulsar a los funcionarios rusos, entre ellos 14 de la Unión Europea.
En total, se está retirando a 100 diplomáticos rusos, la mayor expulsión desde países occidentales desde el auge de la Guerra Fría.
El secretario de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, tuiteó que “la extraordinaria respuesta internacional de nuestros aliados quedará en la historia como la expulsión colectiva de funcionarios de inteligencia rusa más grande de la historia y ayudará en la defensa de nuestra seguridad compartida”.
La primera ministra británica, Theresa May, dijo que las medidas coordinadas “demuestran con claridad que todos estamos hombro con hombro en el envío de la señal más fuerte a Rusia de que no puede seguir saltándose la ley internacional”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso calificó las acciones como un “gesto provocativo” y prometió responder. El portavoz del Kremlin afirmó que la respuesta de Occidente es un “error” y que el presidente, Vladimir Putin, tomará la decisión final sobre la respuesta rusa.
Moscú ha negado estar detrás del ataque a Sergei Skripal y su hija en la ciudad de Salisbury, en el sur de Inglaterra. Skripal, de 66 años, y Yulia Skripal, de 33, fueron encontrados inconscientes en una banca de un centro comercial el 4 de marzo y están gravemente enfermos en un hospital.
“Evaluamos que más de 130 personas en Salisbury podrían haber estado potencialmente expuestas a este agente neurotóxico”, dijo May.
El personal expulsado por Washington incluye también a 12 funcionarios de inteligencia de la misión rusa en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Trump ordenó igualmente el cierre del consulado de Rusia en Seattle.
Las personas afectadas y sus familias tienen una semana para abandonar Estados Unidos, informó un funcionario a periodistas.