El comienzo de clases el jueves 23 de febrero está en riesgo en las escuelas y colegios públicos, al menos según los docentes y directores de los principales gremios del sector, quienes amenazan con no presentarse si es que el Gobierno no cumple con aumentos salariales que van del 10 al 15%.
Buscando llegar a un acuerdo para comenzar el año lectivo sin contratiempos, secretarios de Estado organizaron ayer una reunión a puertas cerradas con representantes sindicales, en el Ministerio de Hacienda. Pero luego de más de dos horas de conversaciones las partes no llegaron a buen puerto y se mantiene la advertencia de los maestros.
El drama se originó luego del veto presupuestario promovido por el Ejecutivo y aceptado por los parlamentarios en votaciones.
Según Silvio Piris, de la Federación de Educadores del Paraguay (FEP), la paralización de las clases afectará a 1.200.000 escolares de 1.500.000 registrados por el MEC.
Antes del veto, los parlamentarios aprobaron que profesores cobren entre el 10 y el 15% más de salario con respecto al año pasado. Ahora, Hacienda propone un aumento del 7,7% para los docentes de la Escolar Básica, quienes ganan actualmente un salario inferior al mínimo vigente.
Así, del sueldo actual de G. 1.823.500 (por turno) pasarían a percibir G. 1.962.000 mensuales. El crecimiento no beneficiará a directores, coordinadores, supervisores o catedráticos.
Este pedido de incremento salarial es parte de un proyecto de formación del salario básico profesional del educador y fue primero aprobado en el Parlamento, que finalmente vetó el presupuesto para este año. Actualmente, los maestros de grado cobran alrededor de G. 1.829.000.
Coacción. “No vamos a aceptar un chantaje (de los docentes), porque estamos dispuestos a buscar una solución, sería una situación muy injusta la suspensión de clases”, manifestó el ministro del Trabajo Guillermo Sosa, al retirarse del encuentro.
Evitó hablar sobre medidas o sanciones hacia los trabajadores de la educación que decidan sumarse a la medida de fuerza desde el próximo 23 del mes que viene.
En cuanto a la propuesta del Ejecutivo se dieron contradicciones entre lo expresado por Sosa y el ministro de Educación, Enrique Riera.
El titular de Trabajo aseguró que está garantizado el aumento del 7,7% para “todos” los educadores desde fin de mes. Sin embargo, Riera indicó dos cuestiones. Por un lado, la suba del 7,7% depende de lo negociado con los sindicalistas y, por el otro, esto solo se dará para aquellos que ganan hoy menos del mínimo.
“No vamos a entrar a discutir la aplicación del salario mínimo legal que es una responsabilidad del Gobierno como el ministro de Hacienda quiere encausar”, apuntó sobre la propuesta oficial el secretario general de la Organización de Trabajadores de la Educación (OTEP - Auténtica), Gabriel Espínola.