De esta manera y entre otras cosas, queda establecido la figura del feminicidio.
La primera en hacer uso de palabra fue la colorada Del Pilar Medina, quien puntualizó los cambios realizados en la Cámara Alta y la importancia en la aprobación de la normativa para el beneficio de las mujeres.
Una extensa presentación realizó posteriormente la diputada Rocío Casco, una de las proyectistas. La legisladora pidió a sus colegas el apoyo y manifestó que aquellos que se oponen a la iniciativa deben dejar de saludar a las mujeres de sus familias en el Día de la Madre y en el Día de la Mujer y dejar de llamarlas gloriosas.
“Invito a mis colegas a no ser neutrales, a tomar una posición integral y coherente a favor de una vida libre de violencia”, remarcó.
Destacó el hecho que en el Senado eliminaron toda posibilidad de conciliación entre las víctimas y victimarios.
Mencionó asimismo que la falta de atención del Estado en los casos de violencia genera costos imponderables y señaló que el ausentismo en empresas privadas equivale al 2,39% del PIB.
El colorado Ramón Romero Roa comunicó el dictamen de la Comisión de Asuntos Constituciones y expresó que la versión del Senado amplía el espectro que se pretende abarcar con dicha normativa.
La independiente Olga Ferreira se opuso a la aprobación de la versión del Senado, principalmente en lo que respecta a la conciliación. Sostuvo que está de acuerdo con que no exista conciliación en los casos de violencia física, sexual y verbal, pero no en lo que tenga que ver con lo patrimonial y económico.
El documento pasa a consideración del Poder Ejecutivo.