13 jun. 2025

Diputados que no lograrán el rekutu aguardan una privilegiada jubilación

Legisladores de ANR y PLRA que no tuvieron lugar en las listas sábana están esperando que llegue el 2018. Según antigüedad, acceden a jubilarse con hasta G. 32 millones. Muchos son de baja producción.

Foto: UH Edicion Impresa

Mario Soto (ANR)

Varios diputados están a la espera de que termine este periodo parlamentario que se extiende hasta el próximo 30 de junio del año 2018 para acogerse al régimen jubilatorio.

Uno de ellos es el diputado Mario Soto Estigarribia, quien completará en la Cámara Baja cuatro periodos consecutivos.

El cobro jubilatorio del 100% para quienes llegaron a cumplir cuatro periodos y tengan 55 años de edad es de G. 32.774.840. Soto, quien el próximo año cumplirá 72 años, logró a su vez un consenso en Honor Colorado para que su hijo, Marcelo Soto, ex ministro de la Juventud, pugne por la candidatura por la gobernación en Caaguazú. El diputado se constituye en la Cámara en uno de los más férreos defensores del cartismo. Avaló el proceso inconstitucional de enmienda que puso en vilo a todo el país en marzo pasado.

Purificación Morel, el diputado colorado que representa a Canindeyú y que cumplirá 62 años, tras un periodo en la Cámara, ya se gana el derecho de cobrar una jubilación del 30%, por valor de G. 9.832.452, como establece el régimen de jubilación parlamentaria.

El diputado Bernardo Villalba, quien representa al Departamento de Concepción, tendrá que esperar el 2019 para cumplir con los 55 años de edad y seguir abonando a la caja para acceder a la jubilación reducida del 30% en base a la dieta y gastos de representación.

BAJA PRODUCCIÓN. El diputado de Alto Paraná Andrés Retamozo, quien también responde al oficialismo colorado y que esta vez está en lista al Senado por Honor Colorado, en la posición número 18, podría directamente buscar su jubilación por el 60% de su haber debido a que tiene dos periodos legislativos cumplidos.

Igualmente, el diputado Celso Troche, quien representa a Caazapá y que está en la posición número seis para el Parlasur por el cartismo, si no logra ingresar, tiene la posibilidad de la jubilación por dos periodos cumplidos o diez años de aporte.

Por su parte, al diputado Atilio Penayo, quien lleva tres periodos en la Cámara Baja y podrá jubilarse con el 80% de sus haberes, equivalentes a G. 19.664.904, la disidencia le aseguró el cuarto lugar en su lista al Parlasur, un poco alejado de los cupos “entrables”. El diputado ocupa una banca desde el 2003 y tiene una baja gestión legislativa.

LIBERAL. La diputada María Carísimo es otra que dará por terminados sus servicios en la Cámara en el 2018. No inscribió candidatura alguna y tras un periodo en la Cámara no será precisamente recordada por su contribución, sino por llenar de parientes la Cámara Baja. La jubilación que le alcanzará por un periodo será de casi G. 10 millones.

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