La recusación señala que existe “una enemistad manifiesta y expresa contra” los fiscales Marcelo Pecci, René Fernández y José Dos Santos, debido a que el hermano de Chicharõ, Denilso Sánchez, los denunció por el delito de persecución de inocentes.
Pecci fue quien imputó el año pasado a Chicharõ y sus hermanos Ardonio y Denilso por lavado de dinero, en tanto que los fiscales Fernández y Dos Santos ampliaron la causa por narcotráfico y asociación criminal. La hipótesis de la Fiscalía es que el lavado de dinero es producto del dinero ganado por los hermanos en el tráfico de drogas.
El escrito de recusación también refiere que todos los fiscales antidrogas “reciben órdenes de la Embajada Americana”. Ahora, la Fiscalía General deberá designar un fiscal que se encargará del caso, mientras se define la competencia de los recusados.
Para el Ministerio Público, la recusación a los nueve agentes fiscales entorpece la investigación, debido a que el fiscal Pecci, quien estaba a cargo del caso en los últimos días, estaba realizando las últimas diligencias.
El lunes 23 de mayo, la Fiscalía deberá presentar un requerimiento conclusivo que podrá ser un pedido de juicio oral o bien un pedido de sobreseimiento. Posteriormente, el juez del caso, Humberto Otazú, deberá convocar a las partes a una audiencia preliminar y definir si habrá o no un juicio oral.
La Fiscalía sostiene que los hermanos Sánchez Garcete no pueden justificar sus cuantiosos bienes. Denilso es el único de ellos preso. Tras jurar como intendente de Capitán Bado, se entregó a la Justicia y fue remitido a Tacumbú.