El caso empezó en el 2014, explica, cuando otro oriental, Sang Pil Nan, solicitó a Yang mercaderías que fueron importadas a Paraguay desde Panamá y cuyo valor fue de USD 1.600.000. Nan supuestamente no pagó por las mercaderías, que consistían en electrónica y materiales de construcción.
DENUNCIA. El coreano demandó a su paisano por el hecho de estafa ante la falta de pago. Incluso, Mazier indicó que luego de la imputación se presentó una querella por estafa y asociación criminal contra Nan y un comerciante paraguayo, Francisco López.
La Fiscalía había resguardado las mercaderías importadas dentro del depósito. Pero tiempo después la fiscala Claudia Morys le entregó parte de las mercaderías a Yang, recordó Mazier.
ARREGLOS. El abogado denunció que Nan y López armaron una causa, que estaba siendo tramitada en Asunción, en Ciudad del Este con el fiscal Alfredo Ramos Manzur y el juez Amilcar Mareco, y todo porque supuestamente Yang se apropió de las mercaderías que estaban a cargo de la Fiscalía.
Desde CDE salió la orden de detención y de Asunción llevaron a Yang hasta la cárcel de Alto Paraná. Dijo que su cliente fue amenazado en el penal, y le exigen USD 10.000 para no hacerle daño.
BLANQUEO. La causa de estafa cambió de fiscal y pasó a cargo de la fiscala Raquel Brítez, quien el 30 de octubre presentó el sobreseimiento definitivo. Mazier dijo que tomó la determinación cinco días después de tener el expediente de 1.500 fojas.