Indicó que la expectativa de pena que se tiene en el país es la más alta en Sudamérica y que la solución no está ahí, sino en inculcar en la escuela, colegios y universidades a niños y jóvenes el valor de la mujer y que “tocarle a una mujer es tocarle a nuestra mamá, hermanas”.
El defensor dijo que con la ley actual, “llega el marido, discuten en casa y tras ser denunciado lo envían preso”.
“Tenemos que hacer (el cambio) porque los números nos dicen que no se consigue el objetivo”, señaló.
Indicó que solamente consigue “calmar de manera amarillista el clamor de la violencia, que es justo que se haga y que termine todo tipo de violencia contra la mujer”.
Indicó que se debe mermar esta situación con políticas públicas porque con la expectativa de pena se están llenando las cárceles con personas que quizás tuvieron una discusión mínima de pareja.
Esta es una de las consecuencias directas (caso Jorge Barrett), subrayó.
“Nosotros podemos recomendar, y si es necesario vamos a hablar con cada legislador para mostrar los números y decir que hay aumento de casos y no hay resultado. Si por cada discusión en la familia vamos a enviar preso a alguien, no vamos a terminar de resolver el problema”, mencionó.
Godoy cuestionó la actuación de la justicia, que desoyó el pedido del médico de Tacumbú y el director del penal de trasladar al interno al hospital neurosiquiátrico.
Pese a que el reo estaba convulsionando por su cuadro grave de diabetes y trastorno mental. La jueza Rosarito Montanía tardó 5 días en tratar de hacer una revisión de la medida, y ahora la Corte Suprema de Justicia ordenó un sumario.
El defensor dijo que urge un protocolo de actuación en estos casos para evitar que más personas mueran a causa de un sistema burocrático. La fiscala Alicia Sapriza, por su parte informó que retiró el libro de sanidad de Tacumbú, tomó declaraciones y pidió el análisis de la escena, luego de que el reo muriera a causa de un estrangulamiento, según la autopsia.