El secretario de Estado, quien encabezó el acto de asunción de Críspulo Sotelo como comandante de la Policía y Luis Marecos como subcomandante, pidió comprender la importancia del momento, en medio de imputaciones a oficiales por desvío de cupos de combustible.
“Personalmente, hubiera preferido que el traspaso de mando de las comandancias y subcomandancias hubiese sido en mejores circunstancias, pero no, no es así, y debemos asumir las cosas como son”, lamentó De Vargas, quien a pesar de la crisis que afecta a su cartera, aclaró que no renunciará al cargo, a menos que el presidente Horacio Cartes se lo pida.
En cuanto al hecho de corrupción descubierto recientemente dijo que, como hombre derecho, espera que se haga justicia. En tanto que dio un mensaje particular a las nuevas autoridades que asumieron este jueves: “Mientras no sepamos comprender que los cargos tienen una misión institucional; mientras no sepamos comprender que los cargos no son una oportunidad para satisfacer beneficios personales o egoístas, esto va a continuar”.
Mencionó que el uniformado debe ser leal a la sociedad, la Constitución Nacional, las leyes y reglamentos. Les advirtió que el juramento y las leyes obligan a actuar contra aquellos que cometen errores. “Nos obligan a ser implacables con aquellos que ven los cargos como una oportunidad para llenarse los bolsillos”, expresó.
Les insistió en que las el juramento y las leyes obligan a actuar contra aquellos que fallan “nos obligan a ser implacables con aquellos que ven los cargos como una oportunidad para llenarse los bolsillos”.
Admitió que no es fácil encarar a los amigos y camaradas que están cayendo en mal desempeño de sus funciones pero les instó a denunciar los casos de irregularidades. “Aquel que conoce de un hecho punible y no lo denuncia es tan responsable como aquel que lo está cometiendo”, indicó.
Agregó que si no se toman las medidas en casos como el que está afrontando actualmente a la Policía Nacional, la situación puede afectar a todos “seamos eficientes y entendamos que las cosas deben cambiar”, pidió a los oficiales el ministro del Interior.
Los cambios en la Policía se producen luego descubrirse desvío de cupos de combustibles que ocasionaron un daño patrimonial de G. 1.200 millones.
Francisco Alvarenga fue destituido de la Comandancia el miércoles tras ser imputado por el caso, al igual que su hijo, Francisco Daniel Alvarenga Rotela. También están imputados otras siete personas, el suboficial Roberto Osorio, su esposa, Ada Liz Da Rosa; el comisario Juan Mendoza, ex girador de la institución, el administrador Carlos Joel Jara, además de tres playeros, identificados como Víctor Ojeda, Derlis González y Gustavo Rodríguez.