Luchador. Apenas culminó su secundaria en su natal Paraguarí, Sanabria tenía su mente puesta en dos objetivos: Estudiar la carrera de Derecho y hacerse abogado penal o seguir la carrera militar. Pero un duro golpe de realidad le hizo postergar esos sueños. “Mi familia era de escasos recursos, como éramos muy pobres, tuve que salir a trabajar”, cuenta todavía con emoción.
Así se hizo chofer de colectivos, comenzó a trabajar para una empresa de transportes de su localidad. “Era poco lo que se ganaba en el interior, así que quise venir a la ciudad a probar suerte”, dice. Una década después llegó a Villa Elisa, donde consiguió otro empleo al volante, esta vez como conductor de la extinta Línea 25 La Amistad.
Así pasó 27 años de su vida, trabajando hasta 18 horas al día entre el rugir del motor y el calor del hogar familiar. Hasta que nuevamente la vida le daba otro golpe. La Línea 25 quebró y quedó sin recursos para que su hija pueda estudiar. “Hace diez años ya que una de mis hijas vive en España, se fue por la crisis de la Línea 25”, asegura.
Pese a los golpes, la vida le dio otra oportunidad con los estudios y al final cumplió su sueño de convertirse en abogado. Ahora asegura que ya tiene clientes. “Mucha gente que confía en mí ya me llamó, algunos en broma y otros más en serio”, dice sonriendo. Le faltan algunos trámites para poder ejercer a pleno la carrera.
Posible. “Con terminar mis estudios después de tanto tiempo (suspira) creo que realmente todo es posible, yo por suerte también tuve el apoyo de mi familia que siempre me dijo que estudie y estudie”, dice seguro el chofer.
Don Vicente Sanabria relató en ese sentido que nunca desistió de su gran sueño de hacerse abogado. Incluso en algunos momentos de la carrera pensó en abandonarla por lo difícil de su situación, pero ahora solo piensa en especializarse.
“Quiero ser abogado penal, me gusta esta especialización. Así quiero defender a las personas que no tienen tanto dinero para defenderse. Yo quiero por lo menos ganar el pan, como siempre”, agrega, como recordando sus años de trabajador al volante del transporte público.
El flamante abogado tendrá la posibilidad también de ser docente a través de una beca de la casa de estudios donde se recibió. Cursará Didáctica Universitaria de forma gratuita durante un año. La beca le fue concedida no solo por su hoja de vida, sino porque, además de graduarse, lo hizo como alumno sobresaliente.