06 may. 2025

Crecimiento y desempleo

Wendy Marton – En TW: @WendyMarton

¿Por qué si las inversiones públicas aumentaron no se siente su impacto en las calles o en los bolsillos de la gente?

La reciente publicación de la encuesta sobre empleo, dada a conocer por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (Dgeec), señala que aumentó el desempleo y la subocupación con respecto al año pasado.

De acuerdo con la Encuesta Continua de Empleo (ECE), correspondiente al primer trimestre del corriente año, la tasa de desempleo abierto en el primer trimestre fue de 8,4%, superior a la tasa del 7,6% de 2016.

Asimismo, se reveló que la subocupación también se incrementó, y ascendió a 12,4% en los primeros tres meses de este año, cuando en el primer trimestre del 2016 se situaba en 11,4%.

Una de las explicaciones brindadas por la titular de la Dgeec, Elizabeth Barrios, es que a fines del año pasado hubo un incremento del salario mínimo, lo que hizo que crezca la cantidad de personas del grupo de los asalariados que no llegan a percibir el sueldo base. Asimismo, creció la cantidad de personas –jóvenes principalmente– que buscan empleo.

Los constructores argumentan que el crecimiento económico no se siente en la población porque los anticipos (pagos realizados a constructoras adjudicadas con obras para que inicien los trabajos) se entregan a empresas extranjeras que ganaron licitaciones de grandes obras y envían gran parte de ese dinero a sus matrices.

Los economistas sostienen que parte de esta situación se debe a la coyuntura mundial y que ya no se volverá a ver ese crecimiento logrado en el gobierno de Fernando Lugo.

Si bien Paraguay será uno de los pocos en la región que tendrán un nivel de crecimiento económico aceptable, ese crecimiento necesita llegar a las clases menos favorecidas económicamente.

No se puede negar que el trabajo que se realiza desde las instituciones económicas estatales para mantener la estabilidad macroeconómica es muy bueno, base necesaria para que un país progrese.

Sin embargo, es necesario incrementar los esfuerzos para que ese crecimiento llegue a las clases más desfavorecidas.

Los planes de subsidio a familias de escasos recursos y la pensión a adultos mayores para que no se incrementen los índices de pobreza no son suficientes y necesitan de otros proyectos que acompañen, como la capacitación de las personas para que puedan acceder a empleos o mejorar las posibilidades laborales de aquellos que ya tienen un trabajo.

El desafío para lo que resta del gobierno y para el que vendrá es que la distribución de la riqueza sea más equitativa, y que siga disminuyendo la cantidad de personas que están en la pobreza y la extrema pobreza.