29 mar. 2024

“Crear es un compromiso”

Su obra La dulcera —que incorpora símbolos de la cultura paraguaya— la llevó a ganar el primer premio de pintura en un festival de bellas artes en Moscú. La artista plástica Carla Ascarza nos revela qué la inspiró a crear este y otros trabajos.

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En pleno crecimiento. Carla Ascarza ve su premio como un camino para madurar en el arte. Foto: Fernando Franceschelli.

De: Daisy Cardozo Román
Foto: Fernando Franceschelli


Hace pocas semanas, Carla Ascarza se vio sorprendida por una noticia: le comunicaron que había ganado el primer premio en la categoría de Pintura, en el XII Festival de Bellas Artes VERA, celebrado en Moscú. En ese evento, que fue apoyado por la Unesco y en el que participaron exponentes de más de 50 países en diferentes disciplinas artísticas, Paraguay fue representado también por la artista Diana Rossi.

La participación de ambas fue posible gracias al apoyo de la Embajada paraguaya en Rusia y de la Dirección de Cultura y Turismo del Ministerio de Relaciones Exteriores. Carla presentó cuadros de su línea Contramundos, que son relatos —en dibujos— de historias anónimas. Mientras que Diana Rossi exhibió cuadros inspirados en petroglíficos, rocas que se encuentran en el territorio nacional.

La idea de Carla no fue entrar en competencia, sino solo aceptar una invitación para exhibir sus obras, como lo ha hecho en tantas otras oportunidades. Sin embargo, el trabajo tuvo muy buena receptividad en Rusia, una superpotencia energética y el país más extenso del mundo. “La verdad, lo que ganó fue la temática social, creo que eso fue lo que llamó la atención del jurado”, considera la artista.

La dulcera es producto de la reflexión de Ascarza sobre un mundo desigual en posicionamiento social y oportunidades. Ella quiere que con sus obras se conozca el país, haciendo énfasis en la identidad nacional, el nacionalismo y la nación. “No puedo decir que esto es Paraguay. Pero sí que ganó La dulcera, no yo. Los símbolos que trabajé dentro de la obra no son míos, son de la cultura, cosas que tienen que ver con el país. Yo me apropié de eso —con el debido permiso— y lo puse en la obra. La verdad que finalmente estas obras no tienen un nombre y un apellido, los símbolos son nuestros, de todos los paraguayos”, asegura.

Refleja historias

Además de las artes visuales, Carla Ascarza trabajó en periodismo escrito, un área en la que incursionó a los 22 años y de la que se desvinculó hace 12. Eso le ayudó a desarrollar la habilidad de transmitir la realidad desde otra mirada. “Mi herramienta ya no es la escritura, ahora es el arte visual. Yo sigo teniendo una crónica habitual que contar, un legado que el periodismo me dejó a mí, no puedo desprenderme de eso, voy a terminar así: pintando una crónica o un relato”, dice.

Todos los días, ella sale con una cámara fotográfica a mano, ya vieja, pero de buena resolución. La usa cuando se encuentra con algo que llama su atención. Tiene muchas fotos de personas anónimas, a las que antes pide permiso para fotografiar, y les explica por qué y para qué las necesita. Las documenta y archiva, clasificándolas por fichas de personajes. Desde la fotografía, esas imágenes después toman formas sobre el lienzo.

Fue así como descubrimos que su obra que retrata a la dulcera es de una persona real. Aunque Carla prefiere conservar su nombre bajo resguardo, habla de ella: “Siempre está en la zona de Garibaldi. Yo salí con mi cámara a la calle, le pedí permiso para tomarle una foto y le conté para qué iba a ser. Obviamente, primero compré el dulce (risas), luego establecí una relación con ella. Por cierto, todavía no sabe sobre el premio, tengo que ir a buscarla y darle la noticia”, revela.

La artista también se enfoca mucho en las condiciones de vida de los indígenas, por lo que decidió hacer una maestría en Antropología Social, que actualmente está cursando en la Universidad Católica de Asunción, ya que considera que necesita entender más al respecto. “Las comunidades indígenas son el origen de nuestro pueblo. Estoy convencida de que que todavía tienen mucho por enseñarnos, aunque son la población más desprotegida. Entonces, me interesa mucho el momento de transición que están viviendo estas comunidades”, refiere.

Vanguardia contemporánea

Las obras de Carla Ascarza fusionan tres corrientes artísticas bajo una línea contemporánea: el pop art, el realismo simbólico y el fauvismo. El pop art es la combinación de los elementos de cultura y contracultura. El realismo simbólico refleja lo real, pero fuera de su contexto natural. Y el fauvismo se focaliza en la fuerza del color.

Esta conjugación de corrientes se refleja en La dulcera. “Los códigos que usa la obra se pueden entender, por más que quien la vea no sea paraguayo. Se nota una desigualdad social en los elementos que hay sobre La dulcera: una persona luchadora que proviene de una clase pobre (cultura). Detrás de ella hay elementos de consumo (contracultura): gente saliendo del shopping, con escenas hollywoodenses, un auto de colección, la chica con sombrilla (realismo simbólico). Esa es la reflexión que ganó el premio: un mundo desigual donde hay indiferencia hacia el personaje más importante: la dulcera”, explica la artista.

Carla cuestiona que el arte y las actividades artísticas se queden en élites. Le gustaría que todos los artistas pudieran hacer un frente común, cada uno desde su propia expresión. Para ella, el arte que se tenga que explicar no es arte. Tiene que ser una experiencia estética que sea comprensible y provoque una reacción en el espectador. “Crear es mucho dolor y mucho placer, no es una cosa así como un hobby. Crear es un compromiso”, afirma.

“A lo que hago todavía le falta mucho. Creo que voy a poder realizar un buen trabajo recién en diez años; mientras tanto, sigo creando. Ahora, son como ensayos que voy haciendo. De aquí a una década, si todavía no me tiembla la mano, voy a poder decir que estoy haciendo un buen trabajo. Mientras, sigo en camino”, considera la artista.

Arte y parte

Carla Verónica Ascarza Ces (47) es licenciada en Artes Visuales, egresada con la máxima puntuación Summa Cum Laude del Instituto Superior de Artes Visuales de Veronika Koop. Estudió en talleres de arte con Livio Abramo, Luis A. Boh y Jô Oliveira. También participó de talleres impartidos por Olga Blinder, Edith Jiménez, Lisandro Cardozo y Vicente Duré. Es socia activa de Gente de Arte, Asociación de Artistas Solidarios del Paraguay y Amigos del Arte, además de vicecoordinadora por Paraguay de la Red Cultural del Mercosur (RCM) y coordinadora de Prensa de la Galería Virtual Arte Reunido.