El pacto, firmado el sábado por los jefes negociadores de ambas partes en La Habana, incluye parte de los cuestionamientos, precisiones y aportes de diversos sectores que se opusieron al pacto original, alcanzado el 26 de septiembre pero derrotado en un plebiscito el pasado 2 de octubre.
“Con toda humildad, quiero reconocer que este nuevo acuerdo es un mejor acuerdo”, dijo el presidente Juan Manuel Santos al presentar en un discurso televisado algunas de las modificaciones.
El director del Centro de Análisis del conflicto Cerac, Jorge Restrepo, coincidió en declaraciones a la AFP en que la nueva versión es mejor porque “preserva la Constitución al eliminar innovaciones jurídicas innecesarias, que buscaban dar garantías a FARC”.
Según él, el pacto “entrega a varios grupos del ‘No’ (que ganó el plebiscito) avances que protegen sus intereses”, sobre todo en temas de seguridad jurídica para quienes pudieran estar comprometidos en delitos, como algunos militares y empresarios; y sectores religiosos que temían la presencia de ideologías de género en el texto.
Sin embargo, ni Santos ni los negociadores en La Habana entregaron detalles sobre cómo será el proceso de refrendación del nuevo acuerdo.
Por ahora, el presidente colombiano ordenó al jefe negociador Humberto de la Calle comenzar a reunirse con los líderes del “No” para explicarles las modificaciones.
De la Calle explicó este domingo desde La Habana que inicialmente se pensaba publicar solo lo nuevo que tuviera el texto acordado en comparación con el anterior.
“Pero las FARC opinaron y creemos que tienen razón, que es mejor que los colombianos conozcan todo el acuerdo ya ensamblado y lo que estamos haciendo es ensamblando para que sea conocido por todos los colombianos de manera integral”, dijo De la Calle.
El más férreo opositor al proceso de paz, el ex presidente Álvaro Uribe, solicitó que los voceros de la oposición puedan estudiar el nuevo texto.