Ángel Barrientos
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Cerro Porteño reaccionó ayer a tiempo y superó a domicilio a Sportivo Luqueño por 3-2 en el último suspiro del encuentro. Lo que parecía un negro panorama al inicio culminó con alegría y un poco de oxígeno para el cuerpo técnico.
En la primera parte, a pesar del tempranero gol de Cristian Insaurralde, tras la gentileza de Tobías Vargas, Cerro Porteño exhibió una de sus peores presentaciones en lo que va del torneo. Luqueño reaccionó rápidamente y en cinco minutos, con justicia, se puso arriba en el tanteador.
En ese tiempo, los auriazules dilapidaron varias situaciones y el resultado quedó corto por la supremacía y las jugadas generadas. Hasta los palos se pusieron a favor del Ciclón, o si no, la historia sería diferente. El fin de la primera etapa fue un alivio para Leonel Álvarez, que tuvo un espacio para replantear el partido.
En la complementaria, Cerro fue otro, cambió en actitud y hasta se apoderó de las acciones principales. Logró empatar a tiempo y, sobre el final, a lo Ciclón, consiguió un gol que desató el desahogo de todo el pueblo en Luque.
La Figura
Cristian Insaurralde
Estuvo encendido desde el comienzo y junto a Rodrigo Rojas empujaron al equipo hacia adelante.
La Cifra
14 triunfos tiene Cerro ante Luqueño en el Feliciano en 36 PJ desde 1999. Luqueño ganó 13 y hubo 9 empates.
“El cambio de actitud fue clave”
“Muy contento por los goles, pero especialmente por la victoria. Fue un partido muy duro, sabíamos que iba a ser así de intenso”, fueron las primeras palabras de Marcos Cáceres, autor de dos goles.
“En el primer tiempo nos costaron caro las desatenciones que tuvimos y por eso llegaron los goles. Pero en el segundo tiempo entramos a proponer juego, de tener mayor paciencia con la pelota y ese cambio de actitud fue clave para darlo vuelta”, explicó el defensor.
Para concluir, Cáceres reconoció que les hacía falta quedarse con esta victoria para no rezagarse en las posiciones.