01 may. 2024

Castigo drástico

Por Wendy Marton -- En TW: @WendyMarton

Las sanciones pecuniarias aplicadas actualmente a los contribuyentes del fisco por evasión tributaria son prácticamente irrisorias.

Los montos van de G. 50.000 por omisión de la presentación de declaraciones juradas hasta multas de G. 1.321.000, lo cual para empresas que facturan miles de millones de guaraníes al año es prácticamente nada.

Antes de terminar el año, el Poder Ejecutivo presentó al Congreso un proyecto de ley “Que actualiza el régimen tributario para mejorar el cumplimiento voluntario y prevenir el fraude fiscal”. Esta propuesta pretende modificar varios artículos de la Ley N° 125/1991 (De Reforma Tributaria), en lo referente a las facultades de control y fiscalización de la Administración Tributaria, además de adecuar la tipificación y sanción de las infracciones tributarias.

La propuesta contempla la acumulación de sanciones monetarias, la graduación en la aplicación de las mismas teniendo en cuenta el tamaño de la empresa, número de sucursales o depósitos, tipo de actividad o giro comercial, entre otros, y la eximición de las mismas en el caso de regularización voluntaria de los incumplimientos.

A fin de evitar que contribuyentes defraudadores queden fuera del ámbito de control, el proyecto contempla la ampliación del plazo de prescripción para los casos en que el operador económico no esté inscrito en el Registro Único del Contribuyentes, no cuente con contabilidad o no presente sus declaraciones juradas.

Aunque al Poder Ejecutivo le va a resultar difícil este año lograr que en el Congreso se aprueben proyectos de ley que presente o haya presentado el año pasado, es necesario que los parlamentarios dejen de lado, por un rato, los temas políticos y analicen seriamente elevar las multas a los infractores tributarios.

No sirve de nada iniciar una lucha contra la evasión tributaria o contra la defraudación si las sanciones son mínimas.

Si al infractor tributario le sale más barato infringir las normas, al Estado le seguirá costando más lograr que todos los contribuyentes se comporten de igual manera. Es injusto que haya contribuyentes preocupados por seguir las normas y que las cumplan a cabalidad, compitiendo contra aquellos que pagan una suma ínfima por sanciones mientras evaden miles de millones al fisco.

En algún momento Paraguay tiene que subirse al carro de la legalidad y endurecer las sanciones para quienes compiten deslealmente. Es la única forma en que en el país no seguirá habiendo contribuyentes de primera y de segunda.

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