Desde que asumió la presidencia de la República en agosto de 2013, Horacio Cartes mantuvo una mayoría indiscutible en el Congreso Nacional, principalmente en la Cámara de Diputados. Esto le llevó a que varios proyectos de ley, incluso tildados de inconstitucionales, fueran aprobados sin muchos reparos, entre ellos la Alianza Público Privada (APP) y el modificación de la ley de Defensa Nacional que posibilita la incursión militar en la zona Norte del país.
Esta situación le duró exactamente tres años al jefe de Estado, ya que debido a su pretensión reeleccionista el tablero político se le modificó en contra.
En junio se inició de manera solapada la intención de Cartes de conseguir su reelección. Para ello utilizó al ex fiscal, ahora viceministro de Interior, Ariel Martínez. La Plataforma Convergencia, encabeza por Martínez, integrada por fiscales, jueces, abogados independientes y defensores públicos presentó a la Cámara de Diputados más de 35.000 firmas que obtuvo para iniciar el siguiente paso del proceso de reforma de la Constitución Nacional.
Esta iniciativa no tuvo el eco esperado por el Ejecutivo entre los legisladores.
Cartes siguió insistiendo con su reelección y lo que consiguió fue que el 25 de agosto, con una sorpresiva jugada, los senadores colorados (disidentes) junto a legisladores de la oposición rechacen y envíen al archivo un proyecto de enmienda que ellos mismos presentaron.
De esta manera el documento ya no podía ser tratado, según disposición de la propia Constitución. Sin embargo, los diputados oficialistas forzaron un nuevo estudio, pero que finalmente fue remitido al archivo por pedido del propio presidente Cartes, ante la fuerte crispación que provocaría en la ciudadanía. Esto se dio el 2 de noviembre pasado.
INSISTENCIA. Cuando todo parecía ya descartado y que el mandatario se olvidaría de su deseo de reelección, consiguió la complicidad del Frente Guasu y de los senadores liberales llanistas e intentó que un nuevo proyecto de enmienda se estudie en menos de un año del lapso constitucional correspondiente para ello.
Pero esta iniciativa tampoco prosperó y el presidente sigue esperando.
Otro revés que sufrió Cartes es en la sanción del Presupuesto General de la Nación. En el Senado le recortaron la emisión de bonos soberanos solicitados por el Ministerio de Hacienda y pusieron límites a la ejecución de la política monetaria del Banco Central del Paraguay (BCP).
Este hecho molestó sobremanera al jefe de Estado y su entorno y ahora hablan de vetar la ley.
La derrota más reciente de Horacio Cartes se dio el pasado miércoles, ya que luego de tener asegurada la presidencia de la Comisión Permanente, por culpa de la llegada tardía de una de sus mimadas, la diputada Perla de Vázquez, la disidencia y la oposición quedaron al mando de la comisión durante todo el receso parlamentario.
Ariel Oviedo preside la comisión y de esta manera disminuyen las posibilidades de que se trate un nuevo proyecto de enmienda durante el receso. La intención de Cartes hasta el momento solo le trajo reveses en el Congreso y puede ir aumentando.