CAACUPÉ
Nuevamente un menor de edad al volante de una potente máquina provocó un accidente que le costó la vida a otra menor de 17 años. El vuelco de la camioneta, a causa aparentemente de una mezcla de alcohol e imprudencia, se registró a las 02.20 de ayer, en el kilómetro 48 de la ruta 2 Mariscal José Felix Estigarribia, a la altura de Kurusu Peregrino, Caacupé. La víctima fatal es Luciana Elizabeth Raidán Salinas (17); los otros ocupantes de la camioneta que resultaron heridos son igualmente menores de edad: O.D.S.S. (17); R.A.G. (17); T.I.M.C. (17), los dos primeros varones y la última, mujer. La camioneta involucrada es una Toyota Hilux 2016, color blanco, chapa FAO 159, que figura a nombre del padre de R.A.G., el accidentado que habría estado al mando del vehículo.
Según testigos, los ocupantes de la camioneta se encontraban en una estación de servicios de la ciudad de Caacupé, donde se habrían desafiado a una carrera clandestina con los ocupantes de otro vehículo; salieron a la ruta y pisaron el acelerador hacia el eucaliptal. Al alcanzar Kurusu Peregrino, el conductor de la camioneta perdió el control en la curva, colisionó el vehículo contra un árbol y terminó con las ruedas hacia arriba al costado de la ruta. Los del otro rodado se dieron a la fuga. El cuerpo de la víctima quedó a unos diez metros del vehículo, ya que por el impacto fue despedida del habitáculo.
Al lugar llegaron bomberos voluntarios y agentes de la comisaría local, alzaron a los heridos y los trasladaron hasta el Hospital Regional, de donde los derivaron al Hospital del Trauma, en Asunción. El cuerpo de la víctima fatal fue llevado a la morgue del hospital, donde la forense Nelly Mereles diagnosticó como causa de muerte de la adolescente, politraumatismo severo. Posteriormente, el cuerpo fue entregado al padre de la occisa.
“Lamentamos el hecho y la falta de conciencia una vez más dejó como consecuencia un brutal accidente de tránsito con saldo fatal”, refirió el comisario principal Gilberto Gauto, jefe policial del Departamento de Cordillera.
“Lastimosamente, la mamá y el papá deben ser un poco más conscientes y darse cuenta del peligro que corren los hijos cuando abordan y manejan un vehículo, y ni qué decir si el que maneja es también un menor de edad”, agregó.