El caos es tal que el gobernador de Maryland, Larry Hogan, decretó el Estado de Emergencia y movilizó a la Guardia Nacional en Baltimore, según indicó en un comunicado, informó el portal El Mundo.
Por su parte, la alcaldesa de esta localidad decretó un toque de queda por una semana, entre las 10 de la noche y las cinco de la mañana.
El enfrentamiento de un grupo de manifestantes con la policía dejó un balance de al menos 15 oficiales heridos y escenas de violencia y saqueos.
A medida que avanzaba la tarde, las escenas se fueron tornando más violentas y la presencia policial incrementándose.
Medios internacionales informaban de que se estaban lanzando “ladrillos, botellas y otros objetos peligrosos” contra los vehículos policiales con agentes dentro e Incluso se suspendió el encuentro de béisbol entre el equipo local -los Baltimore Orioles- y los White Sox, después de consultar a la Policía.
Según el fiscal de la familia Gray, ésta se encontraba en estado de “shock” por las imágenes violentas que estaban viendo tras el funeral del joven Freddy e hicieron un llamamiento a la calma.
Por otra parte, el presidente Barack Obama habló esta mañana con la alcalde de la ciudad, Stepahnie Rawlings-Blake sobre la situación y subrayó el compromiso de la Administración de facilitar asistencia cuando fuera necesaria.
La pasada semana seis agentes de Baltimore fueron suspendidos, mientras se investiga lo ocurrido durante la detención de Gray el 12 de abril y las heridas en la espina dorsal que le causaron la muerte una semana más tarde.