Unos 1.000 campesinos de Guairá y Caazapá, de la Coordinadora Nacional Intersectorial (CNI) y de la Organización Nacional de Cañicultores, llegaron ayer hasta el km 59 de la ruta 1, en la ciudad de Yaguarón, donde cerraron de manera intermitente la arteria (cada dos horas).
Anunciaron que en caso de no recibir respuestas de las autoridades a sus reclamos (ver infografía) coparán de nuevo la capital, como ocurrió en abril pasado, esa vez en alianza con los cooperativistas. En otros puntos del interior también se registraron movilizaciones en varias localidades.
“Nuestro objetivo es llegar a la capital; eso vamos a definir mañana, en horas de la tarde (por hoy). Nuevamente vamos a llenar la capital. Eso depende de las autoridades, que hacen caso omiso a los reclamos”, indicó Luis Aguayo, secretario de la Mesa Coordinadora de Organizaciones Campesinas (Mcnoc), una de las agrupaciones integrantes de la CNI.
Los labriegos exigen una cumbre de poderes para retomar el diálogo con las autoridades, ya que consideran que el Gobierno incumplió con el acuerdo que se firmó en abril, principalmente en el refinanciamiento de deudas. El Gobierno en cambio asegurá que sí cumplió lo acordado.
Mañana llegarán más manifestantes a Yaguarón. “Cuando lleguen más compañeros vamos a cerrar la ruta por tiempo indefinido, pase lo que pase; buscamos solución y respuestas a las promesas”, dijo Diego Villalba, coordinador de los campesinos de San Juan Nepomuceno.
Un equipo de ÚH llegó hasta el lugar de la movilización y varios de los manifestantes señalaron la difícil situación de los campesinos. Agregaron que la causa de todo es que no existe una política pública para hacer “valer” la producción, para que puedan pagar sus deudas y mantener a sus familias.
“No sabemos qué plantar; uno se llena de esperanzas trabajando, pero se desilusiona por el bajo precio de los productos”, expresó Villalba. Consultado cómo se están financiando para llegar cerca de Asunción, dijo que se manejan como pueden. “Esta vez no podrán decir que los cooperativistas nos apoyan; nos ingeniamos como podemos, traemos nuestros productos para comer”, dijo.
Filemón Paredes, presidente de la Asociación de Cañicultores, expresó que con la refinanciación de la deuda, el Banco Nacional de Fomento busca cobrar una tasa de hasta el 39% a los campesinos, lo cual consideró una estafa. Esto porque el acuerdo que firmaron con el Gobierno establece una tasa del 9%. Paredes afirmó que incluso les pidieron que presenten título de propiedad para acceder al refinanciamiento. “Hasta ahora no hay nada”, expresó.
