24 abr. 2024

Campesinos de Curuguaty, todos inocentes

Por supuesto, todos y sin exclusión, por lo tanto incluyo a Rubén Villalba, al que está considerando la Fiscalía como el “chivo expiatorio” en esta farsa de juicio que estamos viendo.

En el juicio se han visto razones de sobra que prueban que es imposible que campesinos con escopetas de caza y una de aire comprimido hayan podido matar en menos de un minuto a 6 policías.

Otra razón para no hacerles culpables de estas muertes es que testificó el copiloto, que desde el helicóptero los vio correr hacia el bosque cuando sonaron los primeros disparos.

Una más es que uno de los forenses testificó que los seis policías murieron de armas de potente calibre y esas solamente las tenían la FOPE y GEO presentes.

Como un segundo forense dijo que todos murieron por los balines campesinos, los abogados para dilucidar la duda pidieron la necropsia de los seis policías muertos. La fiscala se opuso terminantemente y el tribunal le dio la razón. ¿Por qué? ¿Será porque es falsa su posición y con la necropsia se vería la inocencia de los acusados campesinos?

Todavía existe otra razón. Tenemos la grabación auditiva de los disparos y son de una ráfaga continuada, cosa que las escopetas de balines no pueden hacer.

La primera acusación es que los campesinos en Marina Cué invadieron una propiedad privada. Ya se ha demostrado que las tierras eran del Estado por cesión de la Armada.

La segunda acusación es que los campesinos con sus armas mataron a los policías. Esta queda desarmada con la pregunta: ¿Con qué armas?

Las que tenían, débiles, viejas y rotas, no servían para eso.

La tercera acusación es que se asociaron para delinquir. Este grupo de campesinos pertenecían a la comisión vecinal Narangaty y entraron en tierra fiscal con armas que no podían sino cazar conejos.

¡Absolución ya!

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