“Las camas y duchas solares son nocivas; los dermatólogos contraindicamos estas actividades; de hecho, hay algunos países donde está prohibido su uso porque científicamente está demostrado que producen un aumento del riesgo de cáncer de piel”, explicó la especialista.
Además de los efectos cancerígenos, también produce un envejecimiento prematuro, manchas en la piel y cataratas a nivel ocular. “Sería como exponerse a la radiación en las horas menos indicadas y por un buen rato”, señaló.
Recomendaciones. Contreras resaltó que existen otras formas más saludables de tomar un bronceado, como por ejemplo, el consumo de vitaminas (como el beta caroteno, presente en frutas y verduras como la zanahoria) que ayudan a proteger la piel y a la pigmentación, además de las cremas para bronceado y evitar exponerse al sol entre las 10.00 y las 16.00.
A nivel general recomendó que en caso de exposición al sol se debe utilizar un protector solar por lo menos de un factor 30; aplicarse 30 minutos antes de salir y repetir el uso cada dos horas. La hidratación suficiente, según Contreras, también es clave para la piel.
Refirió además que el perfume debe aplicarse por la ropa y no por la piel, ya que pueden contener sustancias que reaccionan de manera negativa en la dermis al estar en contacto con el sol. Señaló que las consultas por estos casos van en aumento.
En el caso de los niños, los menores de 6 meses no pueden estar en contacto directo con el sol y tampoco pueden usar protectores solares. Para las criaturas que ya pueden aplicarse los protectores, estos deben ser específicos para chicos: con un factor 45 o 50 y con filtros físicos y no químicos.