En esa jornada se realizó un desalojo de los funcionarios, encabezados por Lía Duarte, Augusto Barreto y otros, quienes trajeron una orden del estadounidense Carlos Avilés, presidente de la firma, para tomar las riendas del canal.
Según Barreto, apoderado de Avilés y director general, se radicó una denuncia en la Fiscalía contra Alfredo Lacasa por presuntos hechos de estafa, ya que este último habría sobrefacturado la compra de equipos para el canal, además de realizar la compra de un terreno a una persona que no era el propietario del inmueble, por valor de USD 220.000.
Días antes del desalojo, Lacasa fungía de asesor de Avilés y según la denuncia penal en su contra, retiró a empujones a Lía Duarte, representante de la firma, quien intentó realizar una inspección del canal. Tras este hecho, Duarte y Augusto Barreto, director general de la empresa, formalizaron una denuncia en la Justicia.
Según Barreto, el sábado tuvieron que realizar un corte de la señal porque no tenían todos los archivos de la programación. “Hay gente que está con coproducción con el canal. No queremos modificar el relacionamiento de la gente y queremos negociar en mejores condiciones”, dijo. Añadió que no existen problemas con Tigo. “El canal seguirá y queremos que la gente siga trabajando. Si es posible, mañana (por hoy) retomamos la señal”, sostuvo.
Por su parte, Lacasa expresó que es el vicepresidente del canal y aclaró que “unilateralmente” nombraron un gerente sin su firma, “lo cual carece de validez y es ilegal”. “El sábado de noche tomaron el canal por asalto, forzaron la cerradura, cambiaron los contratos de alquiler, pusieron a otra persona y sacaron del aire el canal”, indicó.
Comentó que no tenía ningún desacuerdo con Avilés. Con respecto a la sobrefacturación, expresó que se trata de una “acusación infundada”. Además, se extrañó que “lo separen”, considerando que es accionista de la empresa.