“Aparentemente, en el afán de proveer calor al recién nacido fueron utilizados medios para generar calor que causaron quemaduras de segundo grado. No sé cómo se dio el traslado, pero la quemadura se produjo porque hubo un contacto con la piel del niño. Antes se usaban guantes o envases con agua caliente, pero son prácticas que se han dejado de utilizar por el riesgo”, afirmó la doctora Rossana Fonseca, jefa de Terapia Neonatal del San Pablo.
El recién nacido está estable, con tratamiento, seguimiento y curaciones, que serán espaciadas cada 48 horas por un lapso de 14 a 21 días, tiempo en que la lesión podría sanar sin dejar secuelas, explica el doctor Bruno Balmelli, director del Centro Nacional del Quemado, quien le realizó la curación al pequeño paciente.
“Tiene lesiones tipo quemaduras que abarcan un 4% de su superficie corporal; en el muslo derecho un 3%, es una quemadura de segundo grado superficial y profunda en la que realizamos una curación especializada y en el pie izquierdo tiene una quemadura de 1% de primer grado tratada con un ungüento. La quemadura no representa un peligro para la vida; si no hubiese estado en terapia intensiva, podía tratarse en forma ambulatoria”, indica Balmelli.
INVESTIGACIÓN. Debido a que se presume que la quemadura del paciente se produjo durante el traslado, el Ministerio de Salud Pública anunció que hará la investigación correspondiente para conocer las condiciones en que se realizó la derivación del paciente.
El bebé nació con 2,250 kilogramos por cesárea a las 36 semanas de gestación, a pretérmino, a causa de una hemorragia severa presentada por la madre, presentó dificultad respiratoria, requirió asistencia mecánica respiratoria y fue derivado hasta Asunción, donde se encuentra estable y respondiendo al tratamiento.