Según el informe del fotorreportero Juan Agüero, más de 100 personas de la barra brava conocida como Chancholigan atacaron con piedras y rompieron los vidrios de un automóvil Toyota de color blanco. Estaba estacionado en las afueras del club cuando los barras llegaron.
El vehículo pertenece a Cristhian Servín Vera, quien, es, junto con Alberto Cubilla, cabecilla de la barra brava del Sportivo Luqueño. Ellos estaban en la oficina del presidente del auriazul conversando sobre el partido de la Copa Sudamericana que los luqueños tienen este martes.
Los mismos vieron a través del circuito cerrado cómo llegaron los barras a romper el vehículo. Lo más grave del asunto es que dentro del Toyota estaban tres personas, entre ellas una mujer con su hijo pequeño.
El jefe de la Comisaría 3ª, comisario Víctor Vera, informó en Monumental AM que no hubo detenidos. Los daños fueron rotura de parabrisas y faros. Indicó que los barras fueron hasta el club para retirar entradas y aseguró que en su recinto desconocían que harían eso.