El animal, considerado por los expertos como un ejemplar joven de ballena jorobada, apareció en la orilla de la playa Anaconda, unos 230 kilómetros al este de Montevideo, de madrugada y con una gran herida ocasionada aparentemente por algún cabo o instrumento de pesca, según informa la prensa local.
Nada más conocerse la presencia de la ballena en el lugar, cientos de personas se acercaron a curiosear mientras que un grupo de bomberos e integrantes de una organización dedicada a la conservación de cetáceos intentaban devolverla al agua.
Sin embargo, el ejemplar, de uno o dos años de edad, se encontraba muy flaco y debilitado y una y otra vez regresaba a la playa pese a los esfuerzos del público por devolverla a aguas profundas.
Expertos consultados por la prensa uruguaya, como el oceanógrafo Orlando Santana, apuntaron que pese a seguir aún con vida, el pronóstico del animal “es más que reservado” y apuntó que ahora lo importante “es dejarla tranquila”.
El director de la Organización para la Conservación de Cetáceos de Uruguay, Rodrigo García, explicó que para intentar rescatar a la ballena se emplearon mangueras de bomberos y consiguieron adentrarse con ella bien dentro del agua, si bien el animal intentaba regresar a la costa.
“Ella iba nadando y nosotros insistiendo en que no vuelva, hasta que quedó encallada en un banco de arena, demostrando que no quería más; no tenía energía, no quería seguir mar adentro. Ahora está agonizando y no hay nada que se pueda hacer”, afirmó García en declaraciones a la prensa local.
En la costa este de Uruguay es común el avistamiento a simple vista desde la playa de ballenas que siguen la línea de la costa en su migración anual entre las aguas cálidas de la línea del Ecuador y las frías del Atlántico Sur.
La ballena jorobada es un animal que puede alcanzar los 16 metros de longitud y más de 40 toneladas de peso en la edad adulta y es una de las especies de ballenas más extendidas por todo el planeta.