¿Es posible que la matanza de Marina Cué (Curuguaty) haya sido provocada por el narcotráfico?
Sí, es posible: lo dijeron Luis Rojas (jefe de la Senad) y Francisco De Vargas (ministro del Interior), en el programa televisivo El Péndulo, de Carlos Peralta, en abril del 2014.
Esto podría dar fuerza a una explicación de lo sucedido aquel 15 de junio de 2012: campesinos y policías discutían en Marina Cué, cuando comenzaron a disparar sobre el grupo, sin que pudiera distinguirse quién disparaba ni desde dónde (testimonio de los suboficiales Derlis Sosa y José Villalba (www.paraguay.com/nacionales/no -saben-quien-disparo-primero-138826 ).
¿Se investigó la posibilidad de que francotiradores narcos hubieran provocado la matanza? No. Lo muestra el video puesto en internet, ¿Qué pasó en Curuguaty? Allí vemos al ex parlamentario Julio Colmán entregando al fiscal de la causa, Dr. Jalil Rachid, las cápsulas vacías de balas de alta velocidad recogidas en Marina Cué. Curiosamente, en el mismo video el fiscal dice que en el lugar solo se encontraron las cápsulas de las armas utilizadas por los campesinos para asesinar a los policías.
¿A qué se debe la contradicción? No lo sé, pero la consecuencia fue la siguiente: solamente se imputó a los campesinos, aunque murieron seis policías y once campesinos en Marina Cué aquel día.
Al desaparecer las balas de alta velocidad, las que podría usar un francotirador, se excluyó la posibilidad de la participación de los narcos, que tenían una floreciente plantación de marihuana en el lugar (ABC, 20-6-12). También se dejó de investigar la responsabilidad de los policías, cuyas armas automáticas disparan balas del tipo de las entregadas por Colmán.
¿Cuáles son las armas halladas por la Fiscalía en su intervención en Marina Cué?
Quiero decir las armas con que supuestamente mataron a los policías: un revólver y cuatro escopetas de calibres 28 y 30. Olvidemos el revólver, porque estaba registrado a nombre de un guardia armado de Riquelme y porque, según el médico forense Pablo Lemir, todos los policías murieron de tiros de escopeta.
Según la pericia judicial, de esas cuatro armas, solamente una se había disparado (una sola no hubiera causado tanto daño). Sin embargo, no se probó que ni esa, ni las demás armas presentadas por la Fiscalía hubieran pertenecido a ninguno de los imputados, ni que ninguno de ellos las hubiera disparado, ni que ningún policía hubiera sido alcanzado por ninguna de ellas.
Pero entonces, ¿por qué imputaron a los campesinos? Para comprenderlo, tomemos el caso de Dolores López, imputada porque, según la Fiscalía, “se encontraba con un niño de 3 años en brazos [y] se retiró raudamente de la zona de conflicto” (se retiró al comenzar el tiroteo). ¡Qué jurisprudencia curiosa!