Sin embargo, directivos de la firma española Sacyr, principal accionista del consorcio adjudicado, aclararon que la duplicación propiamente dicha se iniciará recién a finales del 2017, es decir, un año después de la adjudicación. Los representantes de la empresa visitaron la Redacción de ÚH y dieron los detalles de la ejecución del proyecto.
En este sentido, aclararon que, primeramente, ejecutarán las obras desde el tramo 0, que consiste en el recapado y mejoramiento de la ruta 2, desde la ciudad de San Lorenzo hasta Ypacaraí. Estos trabajos arrancarían en seis meses desde el km 13 al km 34, y del km 39 al km 40,5, unos 22,5 km. Todo el trayecto de 149 km tiene seis tramos, incluyendo el tramo 0.
“Dentro de seis meses se empezará a ver obras, son las obras prioritarias, que son las que salen desde San Lorenzo, que son financiadas con los fondos que aporta el accionista (el consorcio adjudicado), por lo que ya pueden iniciarse. Luego, cuando se cierra la parte de la financiación, ya se empieza con los otros tramos, una vez que se tengan los fondos que aportan las entidades financieras”, aseveró Rafael Gómez del Río Sanz-Hernanz, ejecutivo de Sacyr, cuyos socios son Mota Engil (Portugal) y Ocho A (Paraguay).
Al respecto, comentó que entre noviembre y diciembre del próximo año, la financiación ya debe estar cerrada con los diferentes bancos que financiarán el proyecto, para iniciar con la duplicación propiamente dicha.
Recordemos que los bancos internacionales que buscan financiar la mayor parte de las obras son los estadounidenses JP Morgan y Goldman Sachs, y la Cooperación Interamericana de Inversiones, que es la banca privada del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para lo cual, el consorcio presentó cartas de financiamiento. Así también los bancos locales Continental y Regional, que se sumaron –aunque en menor medida– a las tres entidades financieras internacionales.
La propuesta de inversión del consorcio adjudicado es de USD 527 millones, de los cuales USD 422 millones debe costearse vía banco. El resto se debe costear con fondos propios de las empresas.
Negocio. El consorcio percibirá un total de casi USD 1.700 millones por construir, operar y mantener ambas rutas, durante los 30 años que durará el contrato, según las estimaciones. De acuerdo con el estudio de factibilidad, solo el 64% de la obra es autosostenible; es decir, que se paga del peaje, que llegan a USD 1.088 millones, según los cálculos.
Por otro lado, el 36% del costo final de la obra debe salir de las arcas del Estado, que finalmente será USD 612 millones. A esto hay que sumarle los USD 80 millones que el MOPC debe aportar antes de comenzar la obra, que se utilizará para la liberación de la franja de dominio.
El plan es la duplicación desde el desvío San Bernardino-Coronel Oviedo, en lo que se refiere a la ruta 2. Asimismo, la ampliación del tramo Coronel Oviedo-inicio tramo de la concesión km 183 (Tape Porã) de la ruta 7.