19 abr. 2024

Apostar al futuro

Wendy Marton – @WendyMarton

Desde hace tiempo la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar) busca que se modifique la ley que regula los juegos de azar, la cual data de 1997.

Cuando se creó la normativa no había sorteos en línea, la tecnología era limitada y la mayoría de los controles se hacían en forma física (cientos de biblioratos con documentos debían ser analizados).

Hoy, el avance de la tecnología permite el control en línea mientras el apostador está jugando.

El presupuesto de Conajzar es ínfimo y tiene apenas 20 funcionarios para fiscalizar todos los juegos de azar que se realizan en el país. Al cierre del 2016, había 23 empresas que tenían concesión para explotar algún tipo de juego de azar (telebingo, casino, bingo, apuestas deportivas, entre otros).

Solo en el caso de la quiniela, se estima que el juego mueve alrededor de USD 1 millón por día.

Según el titular de Conajzar, Javier Balbuena, la Ley 1016/97 (que regula los juegos de suerte o azar) no le da personería jurídica, presupuesto propio ni potestad sancionadora a la institución, lo que dificulta la realización de controles a las empresas explotadoras de los juegos de azar.

El turismo unido a los juegos de azar puede ser un excelente atractivo para el país, que puede estar unido a la inversión hotelera.

De hecho, Conajzar tiene varios proyectos que piden prolongar la concesión de juegos a 20 o 30 años, atados a una inversión hotelera tipo resort. Pero para poder otorgar permisos, el ente regulador precisa que se cambie la ley.

El proyecto para modernizar la normativa está dando vueltas hace tiempo en la sede del Poder Legislativo, mientras los parlamentarios se niegan a apostar a mejor futuro para el juego de azar.

Una norma ajustada al presente y proyectada al futuro, con mejores controles y mayor tecnología redundará en enormes beneficios económicos para el país, y en mayores ingresos para el Estado.

Así, las instituciones que hoy reciben recursos verían mejorados sus ingresos y podrán asistir a más personas y otorgarles mejores condiciones de vida. Es necesario y urgente redoblar la apuesta hacia un sector sumamente atractivo. Mientras más pase el tiempo, más dinero se estará perdiendo y apostando de manera ilegal, beneficiando a unos pocos.

Es necesario, además, blindar el sistema de manera que quienes tengan a su cargo el control realicen su tarea de la mejor manera posible, para evitar sospechas de amaño en la concesión de los juegos de azar.

Hay todo por hacer, solo falta voluntad política para atraer inversiones, que redundarán en mayores empleos y más ingresos.