29 mar. 2024

Aplanadora colorada en Diputados sanciona impuesto mínimo al tabaco

Con el apoyo de liberales llanistas y anchistas, más el encuentrista Hugo Rubin, consiguieron 54 votos para ratificarse en la postura inicial de implementar un aumento de 18 a 22% como máximo.

Mayor.  Édgar Acosta, al momento de argumentar a favor del proyecto versión de senadores.

Mayor. Édgar Acosta, al momento de argumentar a favor del proyecto versión de senadores.

La diputada colorada Cristina Villalba fue la única que habló a favor del proyecto de aumento mínimo del impuesto selectivo al consumo (ISC) que paga el cigarrillo y regula las actividades relacionadas al tabaco. Lo hizo simplemente para manifestar que los aumentos deben ser graduales y que sus colegas acompañen la ampliación del 18 al 22% como máximo.

Se esperaba que los colorados de Añetete tomen la misma postura que los senadores de dicho sector, quienes acompañaron un mayor porcentaje en el aumento del impuesto del 30 a 40%. Sin embargo, ninguno de los legisladores liderados por el presidente electo Mario Abdo Benítez se manifestó durante el estudio del proyecto.

Los colorados simplemente votaron y no rebatieron los argumentos de los diputados que se expresaron a favor de un mayor porcentaje. Al contrario, solicitaron el cierre de debate para evitar que más parlamentarios planteen su postura a favor de la versión aprobada en el Senado.

Mario Soto indicó que las posturas estaban definidas y se tenía que votar “nada más”.

Necesitaban de 41 votos para ratificarse en su versión inicial, y con la ayuda de 11 liberales llanistas y del sector que lidera Juan B. Ancho Ramírez (anchistas), más el voto de Hugo Rubin, alcanzaron 54, mientras que la versión del Senado solamente alcanzó 18 votos. El documento pasa a consideración del Poder Ejecutivo.

SENADO. El liberal Édgar Acosta fue el primero en manifestarse a favor del aumento de la tasa impositiva al tabaco. Indicó que esto va a permitir una mayor recaudación y va a desalentar el consumo.

Mencionó que en nuestro país existen alrededor de 22 mil personas que sufren enfermedades como consecuencia del consumo del tabaco.

Acosta señaló que le causó alegría escuchar que el futuro ministro de Salud, Julio Mazzoleni, dijo estar de acuerdo con un impuesto alto para el tabaco y esperaba que sus colegas colorados voten en consecuencia.

Recordó asimismo que desde las tabacaleras sostienen que se perderán puestos de trabajo y que se irían del país. “Mienten, a dónde van a ir: ¿a Chile, donde van a pagar 80%; o al Brasil?, 70%. Mienten, no se van a ir”, aseveró.

Los también liberales Amado Florentín, Celso Kennedy y Antonio Buzarquis realizaron sus intervenciones en los mismos términos.

Florentín dijo que “se debe aumentar el impuesto ostensiblemente, para mejorar el sector de la salud, “que se encuentra en terapia intensiva”, remarcó.

Kennedy indicó que se quiere instalar que se pretende el aumento para perjudicar a los empresarios, porque involucra al presidente Horacio Cartes, pero que esto está alejado de la realidad.

Buzarquis, por su lado, citó que de acuerdo con lo que se produce en nuestro país, cada paraguayo, hasta un recién nacido, debe fumar 24 cigarrillos por día, para que se consuma todo lo que se produce.

“Las empresas se quedan con las ganancias multimillonarias y el Ministerio de Salud con los enfermos”, indicó.

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El FG volverá a presentar proyecto
“Anunciamos que volveremos a presentar en el periodo parlamentario que se inicia en julio, un nuevo proyecto de ley de impuesto al tabaco que respete lo establecido en el proyecto original, y que acerque la carga impositiva del tabaco a los estándares internacionales recomendados”, dice un pronunciamiento del Frente Guasu (FG) como respuesta al resultado de la sesión de ayer de la Cámara Baja. Asegura que los intereses tabacaleros lograron imponerse en Diputados.


Proyecto buscaba más beneficios
El proyecto presentado por el Senado aumentaba el impuesto al tabaco y creaba un arancel específico complementario a la comercialización de cigarrillos, que finalmente no fue aceptado por la Cámara de Diputados.
La intención era destinar los fondos al fortalecimiento de programas orientados a la salud pública, la educación y la Codeni.
Según el documento original, se buscaba que el 45% de las recaudaciones se destinen al Fondo para la Excelencia de la Educación e Investigación y que se distribuyan en partes iguales al financiamiento adicional de programas y a proyectos a ser definidos por el Ministerio de Educación y Ciencias.
El otro 45% era para destinar al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social en distintos porcentajes.
Esta iniciativa no consiguió el apoyo de los diputados, que en su mayoría, tanto colorados como varios liberales, responden al presidente Horacio Cartes.