Con la ventaja a favor, el equipo local trató de manejar el balón sin renunciar al ataque, donde Gamarra, bien arriba, buscó aguantar y descargar a los volantes que llegaban por los carriles. El Azulgrana dejó de apresurarse y poco a poco se fue aplomando en la cancha y a crecer futbolísticamente. Cerca del final del primer tiempo, ante un empujón de Ruiz Peralta el árbitro sancionó penal, expulsó al infractor y Cecilio Dominguez transformó en gol para acortar la diferencia.
se resguardó. En la segunda parte la visita rápidamente intentó trasladar las acciones en el campo rival. Capiatá, con un jugador menos, se paró bien atrás y buscó sacar ritmo a la visita que lo consiguió por varios minutos. En Cerro, Rojas y Riveros se encargaron del armado, pero les costó ante una defensa muy poblada. Capiatá prácticamente renunció al ataque; solo algunos que otros intentos de contragolpe que no prosperaron. Florentín apostó a una vieja, pero siempre efectiva técnica: el centro cabeza y gol. Envió a la cancha a Velázquez; luego a Matías Rojas para lanzar centros al área. La fórmula tuvo sus frutos cuando Memo Beltrán conectó de cabeza un centro de Matías Rojas para empatar el partido. Con mucha guapeza aguantó Capiatá para sacar el empate; incluso con nueve jugadores, tras la expulsión de Néstor González.