Debido al descontento que creó en filas llanistas la decisión de sancionar a seis diputados a quienes se les bloqueó postularse a cargos electivos en 2018, se pensó en que en esta próxima asamblea se iba a incluir el pedido de rectificación hecha por este sector el 22 de setiembre pasado. Sin embargo, el presidente Efraín Alegre dijo que esta próxima Convención no tendrá en su orden del día el pedido llanista de rectificar las suspensiones, y estableció solo tres puntos de discusión.
La negativa de Efraín deja sin efecto el pedido de los convencionales de la ciudad de Itá, quien en favor de su líder local, el diputado Sergio Rojas, uno de los sancionados, pidieron por nota del 22 de setiembre incluir la revisión de la posición tomada por la última Convención, que sancionó a los legisladores.
Si bien Alegre recibió la solicitud no tuvo en cuenta el pedido y la convocatoria oficial a la próxima Asamblea del 22 de octubre ya fijó los siguientes temas.
El primero, la designación de autoridades de la Convención. Luego se pasará a la lectura y aprobación del acta de la Convención Extraordinaria anterior y, por último, el tema principal de la jornada, que es la modificación de los estatutos partidarios, y tomar las resoluciones convenientes para la mejor dirección del partido y consecución de sus fines.
“Esto se autoconvocó y fue una decisión de la Convención. Nosotros no convocamos, sino solo dimos cumplimiento a lo resuelto”, aseguró Alegre.
Mencionó que no se opone a que se trate el tema de la reciente sanción de los diputados María Carísimo, Ramona Mendoza, Sergio Rojas, Fernando Nicora, Édgar Ortiz y Milciades Duré; no obstante, en esta ocasión y sin autorización del Directorio, no se hará. “Se verá, y seguramente se pasará al Directorio para establecer una fecha puntualmente para el caso de los que fueron sancionados”, puntualizó. Mientras tanto, este es el principal tema de crispación entre los liberales.
Quiebre. La Convención sancionó a los diputados e inició una guerra entre el llanismo y el efrainismo. Alegre dijo que las decisiones tomadas se ajustaron a los estatutos, mientras los llanistas criticaron la actitud dictatorial contra sus adherentes, al punto de responsabilizar a Alegre de la ruptura partidaria. Igualmente judicializaron las decisiones de la última Convención.