EFE
De esos fallecidos, al menos 2.099 eran civiles, entre los que había 500 menores de edad y 318 mujeres.
Los ataques de la fuerza aérea rusa también han causado 2.270 bajas en las filas del grupo terrorista Estado Islámico (EI) y 1.971 en las de organizaciones rebeldes sirias, además de las del Frente al Nusra -filial de Al Qaeda en este país- y las del Ejército Islámico de Turkmenistán.
Rusia inició el 30 de septiembre pasado un campaña de bombardeos en Siria en la que es su primera intervención militar directa en el conflicto en el territorio sirio desde su comienzo, a mediados de marzo de 2011.
Tanto Moscú como Damasco afirman que los ataques son contra organizaciones terroristas, pero el Observatorio y opositores aseguran que los aviones rusos también tienen como blanco zonas residenciales y bases de brigadas opositoras, como el Ejército Libre Sirio (ELS).