Los dos partidos tradicionales, la Asociación Nacional Republicana (ANR) y el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), siguen copando la mayoría de los cargos electivos (Presidencia de la República, Senado, Diputados, Parlasur, Gobernaciones y juntas municipales), lo cual refuerza la teoría de que el sistema electoral privilegia a estos dos sectores políticos del país, quienes, además son los únicos que tienen la posibilidad de realizar cambios al sistema.
Del total de cargos titulares en disputa, los candidatos colorados obtuvieron 214 puestos, los liberales 153, y las demás agrupaciones políticas lograron en total apenas 40 puestos, todos en cargos legislativos, según la sentencia final de proclamación del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).
Cargos. Los grupos políticos no tradicionales lograron cargos solamente en lo que respecta a puestos legislativos, donde en el Senado se dio el mayor número, relativamente hablando, ya que la ANR sigue siendo la que tiene mayor número con 17 bancas (perdió 3), el PLRA 13, y los demás grupos suman 15.
En Diputados, los colorados tienen mayoría propia con 42 bancas, los liberales tienen 30, y los demás grupos suman apenas 8.
Las 17 gobernaciones también fueron copadas por colorados, que ganaron en un total de 13 departamentos, mientras que los liberales lograron ganar en 4. En las juntas departamentales se hace aún más evidente el absoluto bipartidismo existente, ya que en estos puestos ganaron los colorados 130 escaños, los liberales 100 y las demás agrupaciones apenas 16 bancas.
Denuncias. A partir de las nuevas políticas de transparencia del TSJE, que publicó en su web las imágenes de las actas de resultados electorales de la mayoría de las mesas de votación en todo el país y el exterior (Argentina, Brasil, España y EEUU), las personas que votaron por agrupaciones pequeñas denunciaron que en dichas actas figuraban con cero votos.
Esta situación da a entender que en las mesas electorales, principalmente integradas por colorados y liberales (más del 70% según el TSJE), los miembros de mesas pudieron repartirse los votos de las agrupaciones más pequeñas, lo cual es imposible de comprobar al eliminarse del proceso como documento a los boletines de voto. El propio titular del TSJE, Jaime Bestard, admitió la necesidad de cambiar el sistema vigente.