Sergio Noe
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Los cineastas Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori estrenarán el 7 de setiembre Los buscadores, su segunda película después de la exitosa 7 Cajas (2012). Aseguran que es un proyecto totalmente distinto, aunque con elementos que los identifican como parte de sus 25 años de carrera cinematográfica. La nueva cinta seguirá su senda para brillar con “luz propia”, según revelaron en una entrevista con ÚH.
“Al inicio, vi la nueva película bajo el chip de 7 Cajas en mi cabeza. Pero ahora siento algo distinto. Estoy tan enamorada del filme porque tiene vida propia y personalidad. Tendrá su luz propia”, cuenta Schémbori, quien no ocultó su alegría y su tranquilidad por ver el proceso casi terminado.
Ambos “pulieron” el filme a través de la técnica del focus group, con personas de diversas franjas etáreas. “El recurso del focus group fue vital. Presentamos a un reducido grupo el tercer borrador. De las sugerencias de lo que funcionaba y lo que no, quedó la cuarta versión, que es la final, cuya edición está acabada”, señala.
PROCESO. Maneglia dice que la película culminó en febrero; los focus groups se realizaron en marzo; y para abril la película ya estaba terminada.
“Con 7 Cajas hicimos lo mismo, aunque hubo más tiempo. Con la nueva cinta nos pusimos plazos. Nunca más vino 7 Cajas a mi cabeza”, asegura por su parte Tana, indicando que la cinta ahora pasará por la posproducción de audio y la colorimetría.
HIJO. Para Schémbori, la nueva producción de acción, aventura y suspenso, que aborda la búsqueda de los tesoros de la Guerra Guasu es comparable a tener un “hijo”.
“La película tiene vida propia. Es bueno ver a nuestro hijo como totalmente independiente de su hermano mayor (7 Cajas). Lo comparo con los hijos, ya que cuando te preguntan a cuál querés más, uno respondería que los quiere a todos por igual”, dice.
Para Maneglia “es muy difícil definir qué ocurrirá con cada película”, ya que la historia del cine lo demuestra. “Peliculones que en su momento no cayeron bien a la crítica, después se convirtieron en clásicos”, manifiesta el realizador.
“Jamás me imaginé que 7 Cajas salga de Paraguay. Hasta ahora no olvido cuando entré a un cine de la India, con 1.200 personas que gritaban y aplaudían. Y en Japón ganamos el premio al público. Funcionaba con otras culturas, y mi pregunta era, ¿qué ocurre con 7 Cajas? No tengo esa respuesta”, argumenta. Con respecto a si aplicaron una fórmula, asegura que no existe y “ni (Steven) Spielberg la tiene”.
“Creemos que cuenta con elementos para que el público se involucre y funcione. Pero finalmente está en manos de ellos. A Los buscadores le pusimos mucho amor, pasión y oficio, porque es lo que tenemos y aprendimos en estos veinte y pico de años. Luego, este niño andará solo”, sostiene.
GUION. Maneglia relata que la idea de la historia surgió en el cumpleaños del historiador Jorge Rubiani, ya que tras compartir la mesa con varios comensales que hablaban del tema de la plata yvyguy “le picó la curiosidad”.
“Le comenté a Tana el tema y desde allí empezamos a elucubrar. Sentíamos que en ese tema había una fuerza muy interesante y misteriosa”, recuerda el guionista, que en otra oportunidad fue increpado por abordar de nuevo la temática, considerando que Latas vacías (de Hérib Godoy) y Costa Dulce (de Enrique Collar), además de otras películas nacionales, tratan sobre la búsqueda de tesoros.
“Aunque trata de la plata yvyguy, esta película tiene una línea totalmente distinta. Empieza con ese tema casi mágico, para después toma otros rumbos”, aduce Maneglia, quien cree que más que un Indiana Jones paraguayo, es Misión imposible guaraní, así como 7 Cajas pudo ser un Rápido y furioso en carretilla por la ausencia de autos.
Además, investigó sobre el tema a través de entrevistas con los verdaderos buscadores de tesoros enterrados durante la Guerra del 70. “Algunos buscadores te dan certezas sobre el fenómeno como si sostuvieran algo científico”, dice Maneglia.
El resultado fue un proceso de doce borradores leídos por ocho personas durante un año y medio, y un storyboard de cuatro meses de trabajo, “con la película dibujada de punta a punta, con unas 700 hojas”.
Los realizadores apuntan a llevar la cinta al circuito de los festivales, como Toronto y San Sebastián, aunque se muestran escépticos a una eventual postulación a los Premios Oscar.