12 may. 2025

13 universidades lanzan a la sociedad a egresados en salud de dudoso nivel

Una mala praxis en el área de la salud puede costar la vida de alguien. Es por eso que la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Aneaes) y el Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) se pusieron como prioridad controlar las carreras cuyo ejercicio ponga en riesgo la integridad de las personas.

No obstante, especialidades como Medicina, Odontología y Enfermería son desarrolladas sin cumplir con los rigores de calidad establecidos por el modelo nacional de acreditación de las carreras de grado.

Un total de 13 universidades en el país (ver infografía) poseen una o más ofertas académicas de salud que no pasaron el proceso de acreditación, según el listado que figura en la web de la Aneaes.

Sin embargo, estas instituciones siguen graduando a médicos, odontólogos y enfermeros de dudosa formación. “La no acreditación significa que hay problemas estructurales dentro de la carrera que no son subsanables en un plazo de un año”, explica el Dr. Raúl Aguilera, titular de la Aneaes.

cierre. En la citada agencia conocen en “detalle” lo que ocurre en cada una de las carreras que se sometieron al proceso de acreditación y no alcanzaron el sello de calidad.

“Sabemos el detalle fino de lo que pasa dentro de cada institución y nosotros informamos eso al Cones. Cuando hacemos una evaluación y la carrera no fue acreditada o fue postergada, enviamos todo el antecedente al Cones”, indica.

Para las carreras de salud hacen un procedimiento –en el primer año– que es la evaluación diagnóstica, antes de iniciar el proceso de acreditación. “En el segundo año de nuestra evaluación, ya tenemos indicios de que algunas carreras deberían clausurarse”, señala, al mencionar que las que no pasaron las pruebas de calidad son pasibles de cerrarse posterior a una verificación del órgano rector.

“Hemos detectado serios problemas en las carreras del área de la salud. El Cones, sobre la base de lo que recibe de la agencia, evalúa. Esto es algo que tenemos que ajustar más adelante”, refiere Aguilera sobre el tiempo que pasa entre el rechazo de la acreditación y la lenta depuración de las ofertas académicas de nivel superior.

A su criterio, el Cones debe acortar esos tiempos cuando se trata de carreras de la salud y de otras, como las distintas especialidades de la ingeniería.

“Desde la no acreditación pueden pasar dos años y medio hasta que la carrera obtenga la acreditación, en el mejor de los casos”, dice y apunta que mientras tanto “están saliendo” egresados sin el aval de calidad.

Para frenar esta situación, la acreditación “aún no tiene mucho efecto”, apunta.

“Las carreras de Medicina, Odontología o Enfermería si no acreditan, no pueden seguir titulando”, remata Aguilera, al contraponer que tanto el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) como el Ministerio de Salud Pública seguirán registrando los diplomas que salgan de esas instituciones, a menos que el Cones ordene su suspensión. Así como hizo recientemente con la Universidad Autónoma del Sur (Unasur) y que dejó a la deriva a cerca de 10.000 estudiantes.

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