16 may. 2025

Vivir un trauma en la infancia triplica riesgo de trastorno mental

Haber sufrido un trauma durante la infancia hace que se triplique el riesgo de sufrir un trastorno mental grave en la edad adulta, según un trabajo de metaanálisis liderado por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), de Barcelona (este de España), que ha analizado datos de más de 90.000 personas.

En total, los estudios analizados recogen más de 93.000 casos, que revelan una relación directa entre sufrir un trauma sicológico en edad pediátrica y el riesgo de desarrollar una patología mental años después.

“Es la evidencia más sólida hasta la fecha de que el trauma sicológico realmente es un factor de riesgo para sufrir más adelante un trastorno mental”, indicó el investigador del Grupo de Salud Mental del IMIM-Hospital del Mar y del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM), Benedikt Amann.

Los traumas más habituales en la infancia son el abuso emocional, físico y sexual, tanto como la negligencia emocional o física, y también el acoso escolar, entre otros muchos.

La investigación revela que haber sufrido una de estas situaciones provoca un daño a nivel cerebral, una secuela física, pero también sicológica, en forma de diversos trastornos.

En el caso del abuso emocional, el trauma más frecuente se asocia al trastorno más prevalente entre la población, el de ansiedad, pero también existe relación entre los traumas infantiles y otras patologías, como la sicosis, que está vinculada a todos los traumas, el trastorno obsesivo-compulsivo o el trastorno bipolar.

En el caso del trastorno límite de personalidad, el riesgo se incrementa hasta quince veces en caso de haber sufrido un trauma durante la infancia.

El trabajo, en el que también han colaborado el Hospital Clínicas de Porto Alegre (Brasil) y el Clinic de Barcelona, también ha destacado el hecho de que otros traumas, como las catástrofes, muertes violentas o abusos familiares, pueden afectar a las personas, generando cambios estructurales y funcionales en el cerebro que abren la puerta a trastornos mentales en el futuro. EFE