CARACAS, VENEZUELA
Los venezolanos celebrarán este domingo unas elecciones legislativas con tintes de plebiscito para el presidente Nicolás Maduro, enfrentado a una crisis económica que golpea su popularidad, a la sombra de la cual la oposición cobró bríos.
Unos 19,5 millones de electores están convocados para elegir a 165 diputados de una Asamblea controlada por el oficialismo de izquierda desde que el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) llegó al poder.
Varias encuestas dan a la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD, centroderecha) una ventaja sobre el chavismo en la intención de voto, para lograr al menos la mayoría simple (la mitad más uno de los parlamentarios).
Pero en el sistema electoral venezolano –automatizado– el número de sufragios no necesariamente refleja la cantidad de escaños debido a un complejo método de repartición.
“El 40% del electorado (con fuerte componente chavista) termina eligiendo al 60% de los diputados. La oposición necesita una ventaja larga para ganar“, dijo a la AFP Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello.
En medio de la veda que rige desde el viernes para la actividad proselitista, algunos mandatarios regionales chavistas inauguran obras públicas, mientras que en las calles de Caracas se sentía poco ambiente electoral.
Advirtiendo que el chavismo ganará la Asamblea “como sea” para “radicalizar” la revolución, Maduro, elegido para el período 2013-2019, asegura que dará una “sorpresa”.
Aunque ha afirmado que en caso de una derrota se lanzaría “a las calles para defender la revolución”, el viernes instó a “convertir las elecciones en una fiesta de convivencia” y reiteró que será “el primero en reconocer los resultados”.
Por años dividida y convencida de un triunfo tras perder 18 de 19 comicios celebrados en la era chavista, la oposición se presenta con una lista única de candidatos y la promesa de un “cambio” que ponga fin a las penurias derivadas de la crisis económica en el país con las mayores reservas petroleras del planeta.
“Tenemos toda la razón del mundo para sentirnos optimistas, pero no debe haber margen para el triunfalismo”, dijo Jesús Torrealba, secretario de la MUD.
Maduro vs. Maduro. De ganar una mayoría holgada, la MUD se plantea una amnistía para sus “presos políticos” y reformas económicas, pero también recortar el mandato de Maduro si esas iniciativas son bloqueadas, mediante una enmienda o un referendo revocatorio.
Los ánimos electorales están marcados por la crisis, a raíz del desplome de los precios del crudo en un país que obtiene 96% de sus divisas de las exportaciones del oro negro.
En la última semana, el petróleo venezolano se cotizó en 34,05 dólares por barril, su mínimo en siete años, lejos de los 132 que llegó a alcanzar con el fallecido Chávez, quien apuntaló así una millonaria inversión social y su influencia en la región.
Debido a ello, en Venezuela, altamente dependiente de la importación de alimentos y medicinas, se ha generado una aguda escasez de productos básicos, a lo que se suma una inflación que podría llegar al 200% en 2015, según cálculos privados.
El Gobierno atribuye la crisis a una “guerra económica” de la derecha. Por eso las legislativas se han convertido en un “plebiscito” entre quienes apoyan y quienes están enfadados con Maduro.