27 abr. 2024

Valencia y Carlos, dueños de una gran historia de amor que perdura

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Sin duda, el amor entre Carlos Báez y Valencia es un afecto que trasciende dimensiones. Hace nueve años, Valencia partió a la eternidad e interrumpió más de 30 años de una hermosa relación terrenal con Carlos Báez. Pero esa interrupción fue solo física, porque la cantante vive en el recuerdo de su esposo, quien compuso canciones como tributo a su compañera de tantos años.

Valencia y Carlos Báez se conocieron cuando este ya era una figura en el mundo de las orquestas, que en las décadas de los 70 y 80 animaba las fiestas de colegios y clubes. Precisamente, esta historia de amor se inició en época de colegio. Ella, según comenta Báez, estaba cursando el quinto curso. “Hicieron una fiesta en el Club San Antonio, en Sajonia, y contrataron a Los Aftermad’s para la fiesta, para recaudar fondos”, recuerda el cantante. El muchacho de pelo largo y barba se acercó a la entrada y le dijo a la rubia que controlaba el ingreso: “Aftermad’s”, confiado en que esta suerte de contraseña le abriría el paso. “No, demasiados Aftermad’s ya entraron”, le atajó la joven. Un compañero le aclaró que este sí era uno de los integrantes de la banda. “¿Estás loca? Es Carlos Báez, el cantante. Sin él no hay fiesta”, le dijo. La muchacha dio media vuelta y se alejó. Él quedó fascinado con la belleza de la joven. “Era muy linda, definitivamente. Entonces me acerqué a su compañero que estaba dando la vuelta por ahí y le digo: ‘Che, ¿cómo se llama esa chica que me retó de entrada?’”. El compañero respondió que el nombre de la joven era Valencia. Carlos quedó encantado y su objetivo era conquistarla, sin saber que esa joven quisquillosa sería la mujer de su vida. El artista confiesa que lo que más le atrajo de Valencia fueron sus ojos. “De color azul, azul cielo, azul mar, muy profundos, hipnóticos eran los ojos de Val. Siempre le llamaba Val, luego le llamé Valkiria, porque fue guerrera, muy arremetedora en todo lo que hacía”, compartió. EN CADA RINCÓN Hasta la fecha, Carlos mantiene todo tipo de recuerdos en los que la imagen de Valencia es omnipresente. Él menciona que su espíritu se percibe en cada rincón de la casa. “Yo le llamo alguna experiencia íntima, paranormal de alguna forma, después de un tiempo de su partida, la escucho que ella me llama desde abajo, me dice ‘more’, y escuché dos veces, yo estaba en el dormitorio arriba y, por supuesto, me levanté de la cama, bajé a ver si ocurría el milagro de verla, lógicamente que no, pues fue una de las sensaciones paranormales que tuve, y normalmente suelo sentir que alguien se acuesta a lado mío”, relató Báez. El recuerdo de Valencia lo lleva a todos lados, la evoca en cada presentación y pide un aplauso para ella. “A veces, me dicen que demasiado le nombro a ella en la actuación, ‘dejale que se vaya nomás, ya se fue’, y yo creo que eso no está bien, mi nobleza obliga, alguien que estuvo a mi lado más de 40 años y compartiendo escenarios, viajes e hijos juntos, imposible que me pueda olvidar de ella, y menos aún si hay canciones”, comentó el músico. Como tributo, Carlos escribió una canción a su amada. Una noche, cuando Carlos volvía a su casa, una luna llena iluminaba el camino. Se le ocurrió la melodía mientras manejaba, y esa madrugada, el momento en el que siempre componía nació Piel de luna, haciendo alusión a la blanquísima tez de Valencia. Carlos y Valencia contrajeron matrimonio en 1980, ante el altar de la parroquia Cristo Rey. Del fruto de su amor nacieron sus “dos soles”, como ella llamaba a sus hijos, Luis Carlos de Jesús y Kevin David. La vida de la pareja se truncó en la tarde del 12 de marzo de 2015. Valencia se encontraba en estado delicado y con asistencia respiratoria mecánica desde hacía 20 días. Una infección pulmonar y los medicamentos que le recetaron desencadenaron una falla renal, que posteriormente derivó en su deceso. El cantante asegura que el amor vive incluso después de la vida. EL FUEGO DEL AMOR Haciendo alusión al amor que la pareja sentía, Carlos pretende transmitir ese amor a toda la gente que llega a escuchar sus canciones, “y que son envueltas con nuestras canciones que tienen el color y el fuego del amor”. Es por ello que esta noche ofrece un show denominado El fuego del amor, en homenaje a Valencia, en La Cafebrería (Malutín y Lillo), a partir de las 21:00. Para reservar las mesas, pueden contactar al (0984) 902-284.

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Años dorados. Valencia y Carlos conformaron un matrimonio inseparable.

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