“Los ensayos clínicos de la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus se reanudaron en el Reino Unido después de que la Autoridad Reguladora de la Salud de los Medicamentos (MHRA) confirmara que no era peligrosa”, afirmó la empresa farmacéutica.
La agencia sanitaria brasileña, Anvisa, explicó por su parte que hasta el momento no fue notificada oficialmente por la MHRA sobre esta decisión, pero recibió la petición formal de AstraZeneca para reactivar los ensayos en Brasil. La suspensión de los ensayos se había decidido el miércoles, tras la aparición de una “enfermedad potencialmente inexplicable”, posiblemente un efecto secundario grave, en un participante en el Reino Unido.
Ese percance no invalidaba el objetivo de los experimentos: obtener “una vacuna para finales de año” o “principios del año que viene”, precisó la compañía farmacéutica.
Tras la enfermedad inesperada del voluntario, AstraZeneca y Oxford crearon un comité independiente para evaluar los riesgos de la vacuna.
ENSAYO SEGURO. El comité “concluyó su investigación y dijo a la MHRA que los ensayos podían reanudar en el Reino Unido puesto que eran seguros”, añadió AstraZeneca.
En un comunicado separado, la Universidad de Oxford confirmó el sábado la reanudación de las pruebas, destacando que “en pruebas de gran envergadura como esta, se espera que algunos participantes se enfermen”.
La vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad británica de Oxford es uno de los proyectos occidentales más avanzados, probado con decenas de miles de voluntarios en el Reino Unido, Brasil, Sudáfrica y, desde el 31 de agosto, en Estados Unidos, en lo que se llama la fase 3 de los ensayos, es decir, la última, en la que se verifica su seguridad y eficacia.
La Organización Mundial de la Salud informó el miércoles que hay 35 “candidatos para producir vacunas”, cuyos ensayos clínicos con seres humanos en todo el mundo están siendo evaluados. Nueve de ellos ya están en la fase 3 o están a punto de entrar.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) estima que “podría ser necesario esperar, al menos, hasta principios de 2021 para que una vacuna contra el Covid-19 esté lista para ser aprobada y disponible en cantidad suficiente” para su uso mundial. El mes pasado, los Gobiernos de Argentina y México, así como la fundación mexicana Slim, llegaron a un acuerdo con AstraZeneca y la Universidad de Oxford para fabricar la vacuna para sus países y distribuirla después al resto de América Latina, excepto Brasil.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, informó en agosto de que el objetivo era elaborar entre 150 y 250 millones de dosis que estarían disponibles a precios accesibles, con un coste individual de entre 3 y 4 dólares.