¿Y por casa cómo estamos? Tras el colapso del edificio en Miami, EEUU, en Paraguay aumentó el cuestionamiento sobre en qué situación estarán las obras de gran envergadura en tierra guaraní, donde se impone la informalidad y los controles son escasos.
En la jornada de ayer bomberos y policías fueron hasta el edificio corporativo Sky Center, avenida San Martín y Austria, de Asunción, tras movimiento en el piso. Los efectivos policiales que acudieron hasta el lugar señalaron que el informe proporcionado por los arquitectos responsables fue que “estaba funcionando la calefacción y con el choque de aire se habría producido el salto de baldosas en el tercer y segundo nivel”.
Normativa. El concejal y arquitecto de Federico Franco Troche señaló la necesidad de una legislación nacional sobre seguridad en las construcciones, que adopten las normas del Instituto Nacional de Tecnología y Normalización (INTN).
La Municipalidad, indicó, cuenta con un reglamento general de construcciones en el que se debe presentar planos de estructura, pero no tiene como exigencia la presentación de las armaduras, hierros que van dentro de la estructura de hormigón.
Por su parte, el director de Prevención Contra Incendios de la Comuna capitalina, Alejando Buzó, dijo que es necesaria una regulación más exigente y protocolizada. Establecer un tiempo para los controles de las edificaciones, sean o no patrimoniales, y se realice de manera conjunta entre todas las instituciones competentes, como Ministerio de Obras Públicas, Secretaría Nacional de Cultura y Municipalidad para evitar el contratiempo por derivar responsabilidades.
Sin planos. El 60% de lo que se construye en Asunción no tiene planos aprobados, señaló Franco Troche.
“Entonces, la Municipalidad no tiene el instrumento básico para realizar la fiscalización. Es un porcentaje mínimo además la construcción con la participación de un profesional, mucha de las obras que se realizan a nivel país tienen como directores de obra a personas empíricas y eso hace también que tengamos muchas obras de baja calidad”, comentó.
El primer impacto negativo de estos edificios sin documentos, afirmó que es no tener la certeza de si reúnan los requisitos de seguridad. Además, se reduce el ingreso tributario municipal al no existir una declaración real de los metros cuadrados de construcción.
Además del déficit de fiscalización, lamentó que aún no se concrete un sistema tecnológico para la gestión catastral.
El sistema eléctrico mencionó como una de las principales fallas de las edificaciones, donde también existe un problema de fiscalización. Explicó que la Municipalidad, cuando aprueba los planos tiene en cuenta la obra arquitectónica pero no tiene un control del sistema eléctrico interno. “Antes lo hacía la ANDE, pero dejó de hacerlo y está en el campo de la informalidad”.
Incendio y colapso. Buzó expuso que un importante desafío a nivel municipal es además la refiscalización de edificios con planos aprobados en cuanto a Prevención contra Incendios (PCI) pero que datan de varios años.
A nivel general, en el caso de un colapso de estructura, sea o no producto de un incendio, explicó que es clave el criterio unificado de equipos capacitados en rescate y con la logística adecuada para la intervención. “Hay inclusive un protocolo a nivel de Naciones Unidas que unifica la forma de intervención para trabajar en cualquier país. Es lo que faltaría a nivel nacional”.